Celanova acogió este sábado la visita de los familiares de Abelardo Suárez y Marcelino Fernández García, dos de los siete republicanos asturianos fusilados por un pelotón de la Bandera de Falange de Marruecos el 22 de septiembre de 1939 y enterrados en el cementerio de la villa. El Comité de Memoria Histórica da Comarca de Celanova ha querido dedicar su primer acto público de este año a estos represaliados.
Con este motivo visitaron Celanova seis familiares por cada uno de los dos presos fusilados, desde la hija de Marcelino hasta una tataranieta de Abelardo. La primera, Josefina, de 84 años, ya había estado en la villa cuando tenía solo dos años junto con su madre. Viajaron desde Gijón para visitarlo, y volvieron en los años 80 buscando respuestas sobre su paradero.
Ayer, ambas familias visitaron el cementerio y el arqueólogo Frank Alonso les explicó cómo será la intervención en la fosa, que prevén exhumar este verano. Con los restos que puedan ser localizados se realizarán pruebas de ADN y se cotejarán con el de Josefina y el de Graciela García, nieta de Abelardo. Tanto unos como otros agradecieron el esfuerzo que se ha hecho para conseguir su exhumación.
En el marco de este homenaje se programaron conferencias sobre la memoria del campo de concentración de Camposancos, por donde pasaron estos dos asturianos y muchos presos más, y sobre el programa estatal de exhumación de fosas de la guerra civil, que intervendrá este año precisamente en esa fosa de Celanova señalada por el Comité.
Desde que a principios de año el equipo Histagra, de la Universidad de Santiago, se reunió con representantes del Gobierno de Asturias, el Comité estuvo al tanto de las negociaciones para que las instituciones públicas acordaran iniciar la exhumación de la fosa en Celanova, en la que podrían estar, además de Abelardo y Marcelino, Alfonso Moreno Gayol, Baldomero Vigil Escalera Vallejo, Belarmino Álvarez García, Guillermo de Diego Álvarez y Mariano Blanco González.
