Un hombre de 78 años se ha conformado con una pena de 3 meses de prisión –se suspende, con la condición de que no delinca en dos años– y una multa de 180 euros por un delito de incendio por imprudencia. Causó uno por lanzar fuegos artificiales, con motivo de la celebración de una novena en Beariz, la tarde del 3 de agosto de 2020. El septuagenario deberá pagar a la Xunta los gastos del operativo de extinción: 3.215,44 euros.

Había 20 grados de temperatura, rachas de viento de 20 kilómetros por hora y el riesgo de incendio era extremo. No tenía autorización, ni medios para apagar un hipotético incendio. Tras lanzar varios fuegos artificiales las llamas prendieron en las inmediaciones de una ermita. Ardieron 0,05 hectáreas de monte raso. Solo una de los propietarios de fincas afectadas reclamó.