Se encuentra ubicado en el cuadrante suroriental de Galicia, más concretamente en el Macizo Central Orensano. Se puede llegar al municipio de Chandreixa de Queixa a través de la carretera autonómica OU-0602 que discurre desde Montederramo y también por la OU-0703 que discurre desde A Pobra de Trives.
El término municipal tiene una extensión de 172,75 km² y 506 habitantes empadronados (283 varones y 223 mujeres) según la revisión del padrón municipal a 1 de enero de 2016. Hoy serán varias decenas menos. Es el municipio más alto de la provincia (985 m sobre el nivel del mar).
Lo surcan los pequeños ríos Requeixo, Dorelle y Quiexa que permiten la pesca. Ríos que propician la existencia de varios molinos, hoy unos abandonados y otros quedaron anegados por las aguas del embalse de Chandreixa.
Concello poco poblado, poco conocido, casi nada explotado desde el punto de vista turístico. Como los ayuntamientos vecinos (Castro Caldelas, San Juan de Río, Vilariño de Conso, Trives y Manzaneda) en un nivel muy bajo de actividades turísticas, con un decrecimiento serio de la población, a pesar de que son interesantes sus posibilidades turísticas sobre todo desde el punto de vista de la naturaleza, de montaña, centrada su geografía por un embalse de agua que permitiría actividades deportivas.
No tiene publicaciones, ni un patrimonio artístico significado. No hay en el ningún BIC. Las iglesias sencillas pueden ofrecer algún aliciente a los interesados en este tipo de oferta, pero están casi siempre cerradas, necesitan actuaciones que las recuperen sobre todo en lo que se refiere a su patrimonio mueble. Eclesiásticamente pertenece a dos obispados Ourense y Astorga.
Patrimonio arqueológico
La existencia de varios castros y de otros elementos que denotan antigua poblamiento son evidentes, como los llamados Penedos do Chao, y la propia toponimia los detecta, pero nada se ha investigado ni realizado excavaciones por lo que es campo que hoy por hoy no puede ofrecer nada de importancia.
Artístico
En realidad, todas las parroquias y sus anejos, que suman en total unas 20 iglesias, responden todas a una misma característica, son obras sencillas de arquitectura casi popular con espadaña a los pies, portadas adinteladas o con arco de medio punto, sin especiales elementos relevantes, pero conforman un conjunto curioso que añade interés a los núcleos de población que dado su carácter rural no deja de ser una oferta atractiva.
Entre las iglesias y por citar algunas a modo de ejemplo señalamos: Casteligo. Iglesia de San Martín sencilla de arte barroco popular con espadaña. Retablo e imágenes barrocas en deficiente estado de conservación. Casa rectoral de sillería y planta rectangular de arquitectura tradicional. Cadeliña. Iglesia del siglo XVIII. Buena imagen de San Pedro barroca.
Chandreixa de Queixa. La iglesia de Santa María es quizá el monumento más destacado del Municipio por su iglesia que conserva importantes elementos románicos como un relieve con una cruz y 4 cuadrúpedos de marcado carácter popular. En el interior el arco triunfal románico con dos capiteles uno con dos sirenas-ave y el otro con una sirena-ave de destacada belleza. La iglesia se data por estos elementos en torno al año 1200. Posee también un copón y unas olieras del siglo XVII y dos cruces, una de bronce del siglo XVI y otra barroca de plata.
Drados. Iglesia también barroca con una talla interesante de un santo Obispo, San Isidoro, titular de la parroquia que aunque repintada remite a obras del entorno de Alonso Martínez. El San Joaquín talla barroca de calidad.
Espasa. En el pequeño templo entre otras imágenes se conservan las de San Bernardo y San Benito que explican la dependencia del monasterio de Montederramo.
Fitoiro. Iglesia del siglo XVIII con un retablo barroco en mal estado. Obras de orfebrería punzonadas por el platero ourensano Rañoy.
Fonteita. Esta iglesia conserva un incensario gótico en bronce. Tallas barrocas de San Andrés, San Antonio y San Joaquín.
Requeixo. Iglesia de la Magdalena. En muy mal estado de conservación.
Patrimonio inmaterial
Son abundantes las construcciones de carácter rural relacionadas con el agua. Así entre otros hay que mencionar los Molinos de Casteolais e Fitoiro, entre otros en total abandono, recordando la importancia que tuvo el agua en esta zona.
Como fiestas que hoy existen y que podrían potenciarse más, hay que destacar que las organiza el Concello.
La fiesta del Magosto, que subraya la importancia de la castaña en la zona y en la que se convida a castañas, bica, licor café y se puede degustar carne de cerdo.
Y en Carnaval también el Concello ofrece música y además de las máscaras hay convite de chorizo, empanada y vino.
Durante el verano se celebran las fiestas patronales de cada pueblo que tienen más bien una proyección familiar.
(*) Director del archivo diocesano.
