Deberá pagar una multa de 2.160 euros por cometer un delito continuado de quebrantamiento de una medida cautelar que le prohibía comunicarse o aproximarse a una víctima de un delito sexual por el que permanece investigado y llegó a ingresar en prisión provisional. Pero tras ser excarcelado por la Audiencia Provincial el 6 de abril de 2020, y aunque la orden de alejamiento seguía vigente, el encausado, de 61 años, empezó a acercarse a la mujer desde el día siguiente.

El 22 de abril de 2020 caminaba en línea recta hacia la casa de la mujer. A 60 metros, la Guardia Civil lo interceptó. Llevaba un cuchillo, cinta de carrocero y una braga de montaña

El juzgado de Verín dictó prisión provisional el 14 de enero de 2020 por el delito sexual. Estimando un recurso de apelación de la defensa, la Audiencia Provincial excarceló el 6 de abril, pero mantuvo la medida de alejamiento a un mínimo de 300 metros de la víctima. Sin embargo, el encausado se acercó de forma reiterada al domicilio de la mujer, desde el mismo día siguiente a su salida de la cárcel. Ocurrió, además, en plena situación de confinamiento domiciliario por la primera ola de esta pandemia.

Un delito continuado

El 7 y el 18 de ese mes, estaba en un establecimiento, a 61 metros de la casa de la víctima. El 9 y el 10, denunciado ambas veces por infringir la ley sanitaria, estaba a 110 metros. El 10, 11, 16, 18 y 22 de abril estaba en la puerta de un bar, a 99 metros de ella. El día 15, la víctima salía de su casa y el acusado la siguió hasta el súper. El 16 estuvo a 75 metros. El 22 de abril de 2020 caminaba en línea recta hacia la casa de la mujer. A 60 metros, la Guardia Civil lo interceptó. Llevaba un cuchillo, cinta de carrocero y una braga de montaña.