La parroquia de Nuestra Señora de Fátima celebró ayer una de las citas más coloristas y participativas de su novena en honor a la virgen, la Ofrenda Floral de las madres, que estuvo marcada por segundo año consecutivo por las restricciones del COVID, lo que impedirá también celebrar hoy,13 de mayo, la tradicional procesión con la imagen mariana desde O Couto a la Catedral.
La ofrenda floral de las madres tuvo además este año las limitaciones de público marcadas por la pandemia, motivo por el que había solo a dos o tres personas por cada banco y separaciones de un mínimo de un metro entre ellas. En la misa concelebrada ayer por el obispo, Leonardo Lemos Montanet, hubo además un recuerdo especial durante las preces, y junto con la petición habitual de cada madre que elevó su ramo, “para que en nombre de todas las madres del mundo protejas a nuestros hijos y los bendigas”, y para las madres de familias felices, , hubo un recuerdo para ”otras madres” las víctimas de maltrato y para sus hijos que crecieron en ese entorno familiar. También para las víctimas del COVID y para alguno de sus héroes, “los sanitarios, que pusieron delicadeza y esfuerzo, al igual que los hombres de la ciencia, para conseguir las vacunas” que doblegan al virus. Hicieron por ello una petición para que esas vacunas lleguen a todo el mundo.
