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Trágico balance de muertes por COVID en las residencias ourensanas

Vacunación en el asilo San José de Rairo, gestionado por religiosas. | // BRAIS LORENZO

196 muertes en residencias de mayores. Es el balance de víctimas mortales en estos centros que deja un año de pandemia provocada por un virus que se ha ensañando con este colectivo. Prácticamente la mitad de los fallecimientos con COVID-19 confirmado en la provincia eran usuarios de residencias de ancianos que perdieron la vida en el hospital o en el propio centro. 196 de 409, el 48%.

El grave impacto que el coronavirus provocaba en la población mayor se conoció desde el principio de la epidemia por lo que Ourense, la provincia más envejecida, con 5.100 plazas en residencias, se colocó en el centro de la diana. Desde el mes de marzo se contagiaron 1.389 personas en estos centros, 961 usuarios y 428 trabajadores.

El golpe fue duro en la primera ola, cuando poco se conocía del virus, pero mantuvo su intensidad en la segunda e incluso en la tercera, con la campaña de vacunación ya en marcha. La inmunización ha frenado de golpe los contagios, aunque la efectividad no es del 100%. Prueba de ello son los 10 positivos registrados en la residencia de mayores de Xinzo, asintomáticos. El origen de este brote se está rastreando ya que inicialmente todos los trabajadores han dado negativo y tampoco se ha identificado al posible paciente cero entre las visitas y familiares de contacto.

La residencia Os Gozos, de Pereiro de Aguiar, es la que más fallecimientos registró a raíz de un brote en la segunda ola con más de 160 usuarios contagiados. En este centro, que llegó a albergar una planta COVID que alojó a enfermos de otras residencias, suma 40 muertes.

Los datos por centros facilitados por la Consellería de Política Social incluyen las muertes que se produjeron tanto en los centro residenciales como en los hospitales. Excepto en la primera ola, en la que, si bien sí se conoce la cifra global de muertes, el detalle por centros incluye únicamente las muertes en las residencias. En el caso del asilo San José de Rairo, por ejemplo, figura un fallecimiento, si bien la residencia confirma tres. En San Carlos, de Celanova, contabiliza uno pero el balance fue de 9 muertes.

Durante la primera ola también fallecieron a causa del COVID en la propia residencia 21 usuarios de La Esperanza y tres de Divino Maestro, ambas de Ourense, uno de Nuestra Señora de Fátima de O Barco, y otro de Castro Caldelas.

Superada la primera fase, el virus regresó a las residencias de mayores a patir de agosto. Os Gozos sufrió el brote más virulento pero otros centros, como Nosa Señora dos Miragres, de Barbadás, registraron una alta letalidad: 20 fallecimientos. En Val de Monterrei (Monterrei) murieron 11 residentes y en Santa María (Verín), 9. San Antonio (Beariz) y Anxos (Ribadavia) contabilizaron seis cada una. El centro Quercus, de Leiro, sufrió un brote en enero, justo antes de iniciar la vacunación, y fallecieron cinco usuarios. En Las Salinas, de Ourense, también murieron cinco.

Virxe da Clamadoira, en Muíños, registró cuatro decesos. Con tres figuran Nosa Señora do Viso (Lobeira) y la residencia de Viana do Bolo. En el Fogar Residencial de Boborás fallecieron 2, y Hermanos Prieto (O Carballiño), la vivienda comunitaria de Castrelo de Miño, DomusVi (Larouco), Virgen Blanca (Ourense), La Saleta (San Cristovo de Cea), la vivienda comunitaria de Vilar de Santos y la residencia de Vilardevós registraron una muerte cada una.

“Era todo nuevo”

Desde el asilo de San José, en Rairo, sor Corona recuerda la dureza de aquellos días durante la primera ola: “Lo pasamos bastante mal, primero porque no teníamos medios y estábamos desubicadas porque era algo nuevo para todos”. Recuerda los “apuros” que pasaron para adaptar la residencia a la nueva situación. Todo empezó con una usuaria que presentaba tos y varios cribados que revelaron más de cuarenta contagios. “Nos arreglamos como pudimos porque no teníamos a nadie, cuatro enfermeras, las hermanas y 10 auxiliares durante ocho días que nos ayudaron mucho”, recuerda. La situación ha mejorado y los ánimos están muy altos tras la vacunación pero el centro estaba ayer en tensión por un positivo en el test de saliva de la médico, pendiente de confirmar, y un cribado que despeje dudas respecto a posibles contagios.

Con todo, la curva sigue en caída en Ourense, que ayer registraba 208 casos activos, 11 menos que la jornada anterior. La ciudad de Ourense contabiliza 78 positivos, Boborás 13, Xinzo 11, A Mezquta y Vilardevós 7 cada uno. En 57 municipios no hay ningún caso activo. La hospitalización también sigue bajando, ayer con un ingreso menos. Son 26 los pacientes que requieren cuidados sanitarios, 22 en cama convencional y 4 en UCI.

Protesta en el CHUO

Por otro lado, la comisión de centro ha convocado una concentración esta mañana, a las 11.30 horas, frente al edificio de hospitalización del CHUO para denunciar las condiciones de trabajo del personal sanitario.

Ourense contará con una unidad de psicogeriatría

Por otro lado, el conselleiro de Sanidade, Julio García Comesaña, avanzó ayer durante su comparecencia en el Parlamento de Galicia la contratación, durante este año, de 120 profesionales del ámbito de la Salud Mental. Las nuevas incorporaciones se distribuirán entre los diferentes centros sanitarios gallegos y servirán para reforzar los servicios de psiquiatría, psicología clínica, trabajo social, enfermería especialista en esta área, técnicos en cuidados auxiliares y terapia ocupacional. Según explicó el conselleiro, esta ampliación de personal, incluida en el Plan de Salud Mental postCOVID permitirá crear una unidad de psicogeriatría en Ourense y trabajar en la ubicación de un hospital de día infanto-juvenil.

El Sergas hará un cribado en Vilardevós y vacunará este sábado a 2.200 ourensanos de entre 50 y 55 años

Expourense acogerá este sábado la vacunación de 2.200 ourensanos del grupo de personas entre 50 y 55 años. El conselleiro de Sanidade, Julio García Comesaña, explicó ayer que se distribuirá esa cantidad de dosis para administrar en las áreas de Ourense, Verín y O Barco. En el caso de la ciudad, serán citados 1.750 ciudadanos. El lugar elegido es Expourense, donde el Sergas ya ha realizado varios cribados masivos. En Verín (200 dosis) y O Barco (250) la vacuación se realizará en los hospitales. Asimismo, el Sergas llevará a cabo este viernes un cribado aleatorio selectivo entre 700 personas de 18 a 74 años en Vilardevós, coincidiendo con la entrada de este municipio en máximas restricciones, junto con A Mezquita y Boborás. Los 700 vecinos serán convocadas por SMS y el lugar elegido para la realización del cribado es el patio cubierto del CEIP Rodolfo Núñez Rodríguez, en horario de 15.00 a 17.00 horas . La incidencia acumulada a siete días en este concello es de 390 casos de COVID-19 por 100.000 habitantes.

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