“Un buen vinilo puede duplicar su valor o triplicarlo en poco tiempo. Se revaloriza más que el dinero en el banco” explica José Ricardo González Rojo. Vinculado a la música desde hace años en las más diversas facetas, “ayer recaló en el Hotel Barceló de Ourense, con su mercado rodante de compra, venta e intercambio de discos de vinilo y CD. Contra todo pronóstico, generó colas en horas punta de decenas de aficionados a este mercado del coleccionista.
“Llevo 30 años en esto, y antes de la pandemia me hacía unos 80.000 kilómetros al año. A Ourense traje el sábado en torno a 6.000 compactos y más de 6.000 discos de vinilo y puedo asegurar que esto no es solo para nostálgicos o gente mayor, tenemos aficionados de todas las edades e incluso chicos y chicas muy jóvenes”, explica.
Esta oferta tan interesante por dentro como por fuera, pues las carátulas son un viaje por la historia y sus diferente estéticas, tiene una oferta mayoritaria de producción de los años 50 en adelante “y hasta hace unos 20 años, cuando decayó el mercado vinilo”, explica el vendedor. Una enorme oferta que ayer revisaban emocionados los clientes, con un precio medio desde 25 euros de un vinilo, hasta los 400, en el caso de aquellos ediciones minoritarias y demandadas.
“Ayer en Ourense una chica se fue feliz tras adquirir un disco de Taylor Swift, que puede seguir revalorizándose cada año, y también otro joven llevó otro vinilo de la Jefferson Airplane, una banda de la costa oeste de enorme calidad y que es una joya, no creo que vuelva a venderlo pues son ediciones muy limitadas, como algunos discos de Oasis”, explica el empresario.
El “incunable” de Escobar
Pese a la profunda cultura musical de José Ricardo González y de la mayoría de sus clientes, el mercado del CD y el vinilo tiene para todos. “De hecho uno de los discos más caros que tengo es de Manolo Escobar, pues es una edición de Colombia muy limitada. El coleccionista puede de tener esa canción pero no el disco y eso se paga”, indica.
