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Reclaman la apertura de pasos fronterizos en Xinzo y Baltar

Los trabajadores hacen muchos kilómetros y los negocios decaen

José Antonio Feijóo. | // I. OSORIO

Ourense destaca por ser la provincia española que más kilómetros tiene de frontera con Portugal, cerca de 220, y en este nuevo cierre fronterizo por la pandemia solo está abierto el paso de Feces de Abaixo, en Verín. Y desde concellos como Xinzo y Baltar reclaman el derecho de paso para trabajadores y para quienes justifiquen debidamente su necesidad de cruzar la ‘raia’. Desde el PP solicitan al grupo de gobierno de Elvira Lama que gestione a través de la Subdelegación del Gobierno la necesidad de tener los pasos abiertos en la comarca, y en Baltar se aprobó ayer en junta de gobierno solicitar lo mismo a dicha entidad.

Desde Xinzo, el PP denuncia que por tercera vez no se tienen en cuenta las necesidades de la comarca de A Limia, ni de la Cámara de Montealegre, y piden a la Subdelegación del Gobierno que una vez más “no vuelva a mirar para otro lado”. Advierte de la necesidad de tener los pasos abiertos para temas empresariales, de trabajo y agropecuarios, y no quiere esperar al pleno municipal, que aún no tiene fecha, para debatir su moción. Se queja de que los vecinos tienen que hacer muchos kilómetros de más y que la economía de muchos vecinos depende de poder moverse al país vecino. Destaca que desde la localidad de Montealegre también reclaman lo mismo a su Cámara.

Y en el Concello de Baltar ayer se acordó en junta de gobierno dirigir un escrito a la Subdelegación del Gobierno porque el cierre fronterizo “no aporta nada a nivel sanitario”, apunta su alcalde, José Antonio Feijóo, que se está recuperando del virus, y siempre animó y anima a los vecinos a extremar los cuidados. Critica que los trabajadores de Montealegre y Tras-Os-Montes, que solo tendrían que hacer entre 10 y 15 kilómetros para cruzar la ‘raia’, ahora deben recorrer entre 200 y 300.

Dice que se está perjudicando mucho al comercio, y que España y Portugal deben ponerse de acuerdo y por lo menos permitir el paso unas horas por la mañana y por la tarde. Pide que se estudie la situación y se corrija. Destaca, por ejemplo, que una empresa de embutidos de Baltar que tiene entre 20 y 30 trabajadores de este concello y la comarca “económicamente depende del mercado portugués”.

En Baltar aún existen los antiguos caminos fronterizos del contrabando, que muchos vecinos siguen usando, y que “siempre intentamos limpiar”, pero en invierno algunos tienen barro. No obstante, también están prohibidos y quienes pasen “corren riesgo de ser multados”.

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