Faro de Vigo

Faro de Vigo

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Una ‘app’ creada en el campus guiará a los adolescentes en el uso de las redes sociales

“Los jóvenes y sus familias todavía no identifican de manera consciente sus peligros”, advierten | El teléfono móvil es el dispositivo más utilizado para acceder a internet

Investigadores de Educación y Trabajo Social e Informática, participantes en el proyecto. | // FDV

Investigadores de la Facultad de Educación y Trabajo Social y de la Escuela Superior de Ingeniería Informática han unido esfuerzo y talento en un objetivo común: prevenir conductas adictivas y de riesgo en el uso de las redes sociales por parte de los adolescentes. Whatsapp, Tik Tok e Instagram son las más utilizadas por los jóvenes ourensanos.

El proyecto, estructurado en dos fases, está liderado por Rubén González, profesor de Trabajo Social, y María Encarnación González, docente de Informática, con la participación de miembros de los grupos de investigación Educación, Actividad Física y Salud (GIES) y del Laboratorio de Informática Aplicada LIA2.

La primera intervención, centrada en el trabajo de campo, consistió en el estudio de las conductas del alumnado de ESO derivadas del uso de las redes sociales. Participaron 178 adolescentes de entre 12 y 16 años, y a partir de los resultados, el equipo ha desarrollado una ‘app’ que, a modo de juego ayuda a los jóvenes a tomar conciencia de los riesgos.

Los primeros datos obtenidos en este estudio, explica Rubén González, evidencian que los adolescentes ourensanos presentan “niveles medios” de adicción a las redes sociales y que el enganche es más frecuente en las chicas que en los chicos. No obstante, lo que preocupa al equipo investigador no es solo la dependencia de los menores a las redes, sino si estos son conscientes de los peligros potenciales de su uso. Habla de riesgos asociados a aspectos tan normalizados como la difusión en abierto de imágenes propias, la reproducción y difusión de ‘fake news’ o la incorporación pública de datos personales que pueden ser sensibles, explica el investigador.

La ‘app’ desarrollada por este equipo está precisamente pensada para dejar al descubierto estas lagunas y que el alumno, a través del juego, “pueda absorber conocimientos o mejorar habilidades sobre un uso responsable de las redes sociales y de internet en general”, apunta González.

De hecho, los investigadores destacan que un mal uso de estas herramientas en los grupos de edad más jóvenes guarda relación con desórdenes del sueño, obesidad, retraso en el desarrollo psicomotor y del lenguaje, problemas de apego, dificultades en el desarrollo emocional y del comportamiento, así como problemas de atención, concentración y memoria, además del abuso y la adicción.

“Estas problemáticas, evidenciadas para el uso de internet por la Asociación Española de Atención Primaria Pediátrica, entendemos que todavía no son identificadas de manera consciente, tanto por la población adolescente como por parte de sus familias”, apunta Rubén González. El mapa de los peligros incluye además fenómenos como el ‘bullying’ o el ‘cyberbullying’, que se han convertido una verdadera preocupación entre la comunidad educativa. El acoso a través de internet es, precisamente, una de las prioridades en el estudio de este equipo de investigadores del campus.

Poner el foco en el uso que los adolescentes hacen de las redes sociales es relevante porque las nuevas tecnologías, afirma el investigador, “son ya una parte esencial en la vida de los jóvenes”. Un gran avance en todos los campos, añade, “incluidos los proceses de aprendizaje y formación y también en el establecimiento de las relaciones interpersonales”, de ahí la necesidad de incidir en un uso responsable y seguro.

Hoy en día, cuando cada vez es más temprana la edad de acceso al teléfono móvil por parte de los menores, las redes sociales están al alcance de la mayoría. Del estudio se desprende que el teléfono móvil es el dispositivo más utilizado por los adolescentes para acceder a internet (el 95%), mientras que el ordenador queda relegado a otras finalidades educativas, como la realización de trabajos escolares (2,2%).

Del trabajo de campo realizado para este estudio, en el que también han participado profesores de ESO, el grupo ha observado que estos docentes consideran procedente trabajar estos contenidos en las aulas, “ya que suponen a menudo dificultades organizativas y de convivencia en los centros”. Con este objetivo, la ‘app’ agrupa los peligros potenciales que los investigadores han concluido que es necesario trabajar y los distribuye en tres mundos diferentes vinculados con las tres redes sociales más conocidas por los adolescentes: Instagram, Tik Tok y Twitter.

A través de preguntas y puertas que se van abriendo, el juego indaga en la percepción que los jóvenes tienen sobre la privacidad de los datos, el intercambio de fotos y la visualización de la imagen corporal a través de las redes sociales, los discursos de odio y los bulos.

El objetivo de este grupo es seguir avanzando en este proyecto y, en el futuro, ofrecer esta herramienta a los distintos centros de ESO de la provincia, “especialmente a aquellos con menor accesibilidad de recursos tecnológicos y que puedan encontrar mayores dificultades para acceder a formación especifica sobre el uso seguro de redes sociales”, señala Rubén González.

Compartir el artículo

stats