En Ribadavia, a partir de las 17.00 horas, solo para llevar. | // C. PETEIRO

Dos personas toman algo en una terraza en el Parque de San Lázaro. | // CARLOS PETEIRO

Reabre la hostelería: “Ya había ganas de trabajar” | CARLOS PETEIRO

La vida social despierta de nuevo. Ese es el resumen de la primera jornada de apertura de la hostelería en la ciudad y Barbadás después de dos meses de cierre perimetral y de aforos reducidos en interiores que llevaron a muchos propietarios a cerrar sus negocios por falta de rentabilidad. Las expectativas del pasivo superaban las ilusiones del activo. Algunos bares olvidan los dos meses pasado, abriendo tras 60 días, otros tras un mes desde que la Xunta ordenó el cese de la actividad del sector del ocio. En el primer caso se engloba el Anyan, que tras 60 vuelve a servir en el interior como narra la norma autonómica al 50% y 75% en terraza. “Bueno, la terraza es prácticamente inservible con este tiempo, pero bueno por lo menos en el interior podemos servir”, dice uno de los camareros. La ciudad vivió una frenética mañana no solo por el alivio de las restricciones y las ganas de tomarse un café por placer o por necesidad, sino también por la vuelta al trabajo de los distribuidores de alimentos y bebidas que por un momento despeatonalizaron la Calle Concordia y devolvieron las hileras de turismos a la calle del Paseo.

La hostelería hace balance de “una buena respuesta, se nota que había ganas de volver a salir”, pero también lanzan mensajes de no relajación, “no debemos caer en lo que pasó, ni los clientes ni nosotros tenemos que cumplir las normas como lo llevamos haciendo, pero con más ímpetu para no volver a cerrar”.

Algún cliente todavía no lo tenía claro. Carmen entró a La Taberna del Pan y preguntó “¿Hoy sí no?”. Pidió un café con leche y sentó a leer la prensa, después de varios preguntando cuándo se podría consumir en el interior de los establecimientos. Sobre todo ayer, que los termómetros indicaban que la nieve estaba más cerca.

No solo fue una mañana de ilusiones por volver a la actividad para el sector que tira de la economía ourensana, sino que también fue un día de reencuentros después de dos meses con la limitación de reuniones de no convivientes. Claudio, Marcos y Carlos volvieron a desayunar juntos en el Manhattan para ir a trabajar, después de dos meses sin hacerlo. La norma que rige la nueva normalidad es que en Ourense s pueden reunir hasta un máximo de 6 personas no convivientes y así se cumplió en los establecimientos hosteleros de la ciudad y Barbadás que son los grande damnificados de una pandemia que se dispersó y las autoridades autonómicas les obligaron a cerrar.

“Había ganas de saludar a la segunda familia”, dice Reyes de La Consentida. Y es que los clientes regresaron a su segunda casa, a ese lugar intermedio de todo, de casa, del trabajo o del destino del momento. Desde las 7.00 hasta las 23.00 de la noche, ese es el horario de muchos bares que pretenden recuperar parte del tiempo perdido.

No solamente abrieron con los aforos antes mencionados los bares de la capital y Barbadás, sino que todos los de la provincia podían estrenar su reapertura excepto los de Ribadavia y Xinzo de Limia, donde imperan limitaciones diferentes.

En las capital de O Ribeiro y de A Limia, respectivamente, solamente pueden abrir al 30% en el interior de los establecimientos y al 50% en el exterior con un horario hasta las 17.00 horas. Muchos aprovecharon para jugar la partida o tomar algo caliente ante la situación meteorológica de la provincia. La hostelería ribadaviense es la que menos ha sufrido las restricciones impuestas por la Xunta, ya que solamente lleva con el cierre de la actividad las dos últimas semanas.

El primer día y sin luz

Un incendio en un transformador provocó el desalojo de nueve personas en un edificio de la Avenida de As Caldas. “Mira que fue mala suerte, solo pudimos trabajar una hora. Abrimos sobre las siete y algo y a las 9.30 ya saltó y nos dejó sin luz. Solo pudimos trabajar ese poco y ahora esperando (lo dijo al final de la tarde) a que vuelve la luz porque cada dos por tres se está marchando y volviendo y así es imposible, así que decidimos cerrar y dejarlo para mañana”, dice Claudio Iglesias, dueño del bar Milmañas. El ourensano advierte que “fastidia porque si antes no podíamos trabajar y ahora sí que pase esto, pero bueno seguro que mañana (por hoy) y lo cogemos con más ganas, si no tenemos esta filosofía no salimos de esta”.

Su bar era el límite que marcaba la corriente eléctrica y que afectó a más vecinos de A Ponte. A su lado, pared con pared, el bar de Víctor González el Boca Chica, trabajó durante todo el día. “Somos la cara y la cruz del día de ayer, el pudo trabajar durante todo el día y mi bar era el que marcaba el límite de los que no tenían luz, ¡qué le vamos a hacer!”, decía Claudio.

Así fue el primer día de la hostelería en la capital, unos trabajando y otros no, como aquellos empleados que todavía están en el ERTE y que los gerentes de los establecimientos no pudieron sacarlos todavía.

Y, ¿en los restaurantes? Miguel González, representante de Cociña Ourense y gerente del Restaurante Miguel González, afirma que “sí, va habiendo alguna. La sensación es que van a más y hay ganas e ilusión de que cada vez que suene el teléfono sea una reserva. Tenemos las ganas y la ilusión reforzadas y con la suerte de tener a nuestros clientes deseosos de disfrutar de nuestra propuesta. Creemos que estamos más fuertes que nunca para afrontar esta situación y luchar por la estabilidad de nuestro restaurantes”. Los teléfonos se descuelgan y las agendas de comidas y cenas se van llenando a cuentagotas después de semanas sin disfrutar de la gastronomía ourensana.

Menos casos activos

La provincia reestrena la vida social con menos casos activos después de un pequeño repunte por el brote en una Residencias Universitaria de Santa María, donde 15 religiosas se contagiaron de coronavirus. En la jornada de ayer se produjo una disminución de los contagios activos que vuelve a la tónica de todo el mes de noviembre y diciembre de descenso de casos. Así pues se produjo una rebaja de 14 casos activos, que resulta de las 38 altas que se registraron ayer, menos los 24 nuevos casos detectados.

Además de en la provincia también bajan en Ourense hasta los 132 casos activos, y se mantienen en Ribadavia y Xinzo, donde están las restricciones más duras de la provincia.

En el apartado de presión hospitalaria, el área sanitaria de Ourense se mantiene con 45 ingresados que se reparten en dos hospitalizados en Verín, 5 en O Barco, 32 en la planta del CHUO y 6 en las unidades de críticos del hospital ourensano.

En la jornada de ayer no se produjo ningún fallecimiento en el hospital ourensano que se mantiene en los 294 decesos durante toda la pandemia, con una segunda ola que se llevó por delante a 161 personas.

Reyes Losada abrió el Bar La Consentida a las 7.00 horas de ayer y con el olor del café llegaron los primeros clientes. “Vimos a la gente muy concienciada, la verdad, no hubo que llamar la atención a nadie y había muchas ganas de ver a la clientela y de saludarnos todos después de tanto tiempo cerrado”, dice Reyes Losada. Después de 30 días cerrados cuando se decretó el cierre perimetral, La Consentida vuelve a abrir “con ganas e ilusión porque nos dejen trabajar, nosotros hemos tenido la suerte de que hemos vuelto a abrir, pero hay otros muchos que no lo hicieron”. Hoy se repetirá la rutina del trabajo y no tiene mayor alegría.

El Sergas hará un cribado voluntario a todos los hostelos ourensanos que lo soliciten

La vuelta de la hostelería implica un porcentaje más alto para la propagación del virus, no porque los hosteleros o los clientes incumplan las restricciones o se relajen con las medidas impuestas por las autoridades sanitarias, sino por el tráfico y el trasiego de personas durante su vida social. La especial preocupación de las autoridades sanitarias en este sentido y lo complicado que es la detección de casos asintomáticos lleva al Servicio Gallego de Salud a plantear un nuevo cribado entre los hosteleros de la ciudad. En concreto, fuentes del Sergas en Ourense explican que “a lo largo de los próximos días se hará un cribado al personal de la hostelería, para darles apoyo en una vuelta segura a la actividad laboral. Desde la dirección del área sanitaria de Ourense, Verín y O Barco se contactó con las dos asociaciones con presencia en la provincia para que a su vez lo difundan entre el colectivo que, aprovechando el reinicio de su actividad, les hagan llegar la posibilidad de participar en un cribado oportunista y voluntario vía PCR”. La detección de casos asintomáticos entre la hostelería es una forma de prevenir en este reestreno de actividad de la vida social para evitar un nuevo repunte en la ciudad . Fuentes sanitarias añaden que “está abierto a todos aquellos trabajadores y trabajadoras del sector que lo deseen, sin límite de tiempo”. En principio, para solicitarlas será necesario ponerse en contacto con las autoridades sanitarias y desde este puente festivo de la Constitución ya se iniciarán las pruebas para todos aquellos interesados en hacérselas y salir de dudas ante un posible contagio que afecte al sector otra vez.

Las eventuales: “El sistema de contratos era frágil y con la pandemia se acabó rompiendo”

“Las políticas laborales abusivas, detectadas por Europa, no hacen más que poner de manifiesto la desatención que ha sufrido el personal sanitario y en especial las enfermeras como personal más numeroso del sistema español, en la última década. Un sistema ya de por sí frágil, que tras el paso de la pandemia, ha acabado por romperse”, dicen el colectivo de enfermeras eventuales en loita en un comunicado después de que el Parlamento Europeo ponga en el punto de mira la contratación del Sergas después de una denuncia presentada por el colectivo a través de la portavoz nacionalista en la Unión Europea, Ana Miranda. En el comunicado explican que el Comité de Peticiones del Parlamento Europeo recibió la respuesta de la Comisión Europea que sostiene que “la legislación española no contiene medidas suficientes para evitar los abusos derivados del recurso sucesivo a contratos o relaciones laborales temporales en el sector sanitario nacional, tal como sentenció el Tribunal de Justicia de la UE. El colectivo de Enfermeras Eventuais en Loita volverán al Parlamento para comparecer ante la sala de representación popular en la UE para “dar voz a todas las enfermeras eventuales e implícitamente al resto de personales eventuales”. Y finalizan diciendo que que los órganos de máxima dirección europeos “continuarán con la investigación para asegurar que desde la Administración tomen medidas suficientes para evitar estos palpables abusos confirmados, ya de facto, por el máximo Tribunal Europeo. Nos complace que se nos haya escuchado en el Parlamento Europeo y recibido con los brazos abiertos, para buscar no solo un beneficio colectivo como profesionales, sino también el de todas y todos nuestros pacientes”.