El presidente de "Carlasca", Arturo Rodríguez, un veterano activista del movimiento vecinal, no duda en lanzar una proclama a los políticos que están y pude repetir y a los que aterricen en la próxima corporación, en el sentido de que "no queremos que nos desgracien el barrio", y deja patente que eso sucederá si al final los viales del bulevar son en superficie y no soterrados como reclaman los vecinos.

Y de nuevo proclamar que A Carballeira "se convirtió en un barrio abandonado" durante el presente mandato, para reiterar las denuncias que viene realizando sobre las carencias y la falta de actuaciones, a las que dice "no hizo caso el gobierno".