Los penalistas aseguran que un juicio no empieza con el interrogatorio de los acusados, sino con las declaraciones de los testigos. Más de 60 -peritos incluidos- están pasando por el estrado de la Audiencia Provincial de Ourense para explicar ante el jurado su versión sobre el crimen de Alexandru Walter Boghiu, de 22 años, con dos acusados por asesinato - Eduardo L. F. y Óscar E. L.,- en el caso 'A Esmorga'. Una de las personas que ayer declararon fue la exesposa del primer encausado. Un hostelero aseguró que oyó a la mujer afirmar: "Dijeron que lo iban a a tirar al río". Un voluntario de Protección Civil contó en el local que había aparecido un cuerpo: "Dijo: 'Fueron ellos". La expareja no se acordaba de esas y otras frases que le atribuyen los testigos, aunque admitió ayer: "Pensei o peor, pensei neles pola paliza que houbo na casa". Antes de matizar: "Sei que Eduardo non é capaz de matar nin unha mosca, de Óscar non sei". En su interrogatorio avaló la versión de su marido, quien incrimina a Óscar en la disputa con la víctima y en la caída al canal. "Eduardo díxome que non fixera nada e eu crino". Hoy declara la madre del joven.

La exmujer y un joven que también fue detenido, pero que se libró de juicio al prescribir la causa por lesiones contra él, se marcharon de la vivienda de Cameixa (Boborás) donde la noche de fiesta dio paso a violencia y a la antesala de un crimen. La señora, con sus hijos y el joven que también se fue, estuvieron poco después en un bar de O Carballiño. Cuando llegó un voluntario de Protección Civil y dijo que había aparecido un cadáver en el embalse, "se pusieron pálidos". Ella afirmó "fueron ellos", según este testigo.

"Ya verás como fueron ellos"

El hostelero recuerda que estaban "nerviosos" después de presenciar la pelea. "Dijeron que lo iban a tirar al río, estaban asustados", declaró ayer el dueño del bar. Según su versión, cuando el voluntario llegó y comunicó el hallazgo del cuerpo la mujer afirmó: "Ya verás como fueron ellos". Dos días después, los acusados y la señora estuvieron en el local. "Óscar vino a la cocina y me dijo: '¿Qué sabes?", expuso el hostelero ayer. De acuerdo a su versión, el encausado le contó que "este tipo" -por la víctima- "quería violar a mi hija y me cortó". No obstante, Óscar no se autoinculpó sobre la caída el embalse del chico. "Yo no hice nada", declaró el acusado, recordaba ayer el del bar. Eduardo también se desvinculó.

El hermano del hostelero fue el siguiente en declarar como testigo en la sesión de ayer. Sostiene que la tarde posterior a los hechos, la exesposa "llamó y dijo: 'Fueron ellos los que tiraron al chico al embalse". El hombre estaba trabajando y cortó la llamada. Eduardo le aseguró, dos días más tarde, que había intentado evitar los hechos y que se tiró a por el chico. Los dos hermanos se ofrecieron a llevar a los acusados al cuartel si querían relatar qué había pasado.

Las manifestaciones de estos testigos no fueron confirmadas por quien supuestamente las hizo. La entonces mujer de Eduardo, con el que tiene tres hijos jóvenes, no lo incrimina. Su versión en el juicio avala la del acusado, que culpa a Óscar. Según el relato de la exesposa, que la noche de los hechos todavía convivía con él, se levantó por el jaleo en la cocina de la planta baja salió a la ventana "e vin como Óscar lle pegaba unha paliza. Tirouno ao chan e dáballe patadas. Pensei que o matara alí", dijo. Ni su marido ni la víctima agredieron. No alertó a la Guardia Civil en ese momento, ni tampoco después, porque Eduardo "é o pai dos meus fillos e non quería que houbese problemas", y por supuestas amenazas de Óscar.

Tras hacer las curas a la víctima, hubo una nueva trifulca en el exterior de la cocina. Según la testigo, Óscar volvió a golpear al chico después de que empezara a decir "burradas". Después de que su marido cogiera una pistola para matar cerdos, con la intención de exigir que aquello parara, ella se fue con sus hijos. No quería saber nada de ese "jaleo" Sobre lo que los testigos oyeron en el bar, ella dijo ayer: "Algo debín contar pero non me acordo que lles dixen". "Non me acordo", contestó varias veces. Sí dejó claro que Óscar afirmó que Eduardo no tenía la culpa y asumiría todo, y que el caso "quedaría en nada". Dos hijos también señalaron al otro acusado. "Óscar dijo que había sido él y que si lo tuviera que volver a hacer lo haría", manifestó la joven. El matrimonio planeó una reunión "encerrona" para grabar la confesión de Óscar pero no funcionó. Ambos se enfrentan al veredicto del jurado y a una petición de 18 a 25 años de prisión por asesinato.