El Diario Oficial de Galicia publicará a lo largo de esta semana los anuncios del inicio del proceso de información pública de los Plans Reitores de Usos e Xestión (PRUX) de los parques naturales de la Serra da Enciña da Lastra y de O Invernadeiro, que serán sometidos a la participación social, con el fin de que ciudadanos, entidades y administración presenten sus alegaciones con el fin de aprobar un texto con la máxima participación y el máximo consenso.

Concretamente, la Consellería de Medio Ambiente e Ordenación do Territorio quiere dotar a estos espacios de una herramienta que regule su uso público con su conservación. Así, el plan rector de uso y gestión desarrolla, en cada caso, las directrices emanadas de los planes de ordenación de recursos naturales a través del establecimiento de medidas de regulación específicas de las diferentes actividades, concreción de las medidas de conservación de los componentes clave de la biodiversidad, precisa los criterios de zonificación, así como la propia gestión y uso del territorio, teniendo un compromiso en su conservación y en su uso racional a través de acciones locales, regionales y nacionales.

Una de las novedades de estos documentos es que establece un plan de emergencias, para optimizar los recursos técnicos y humanos y minimizar las consecuencias en ambos parques naturales.

Como novedad, en el caso del Parque Natural do Invernadeiro se unifica el número máximo de visitantes que se autorizan, alcanzando un cupo de 108 personas al día, y se autoriza el tránsito peatonal por las pistas de O Figueiro y O Rocín que permiten a los visitantes conocer fraguas de especial belleza y antigüedad y que hasta ahora no eran accesibles al público.

Para ambos parques se establece una nueva zonificación, identificando unha zona de Reserva, de Uso limitado y de Uso compatible; mientras que la de Uso general solo se fija en Serra de Enciña, pues en O Invernadeiro no existen núcleos habitados. En la de Uso general se incluyen todos los núcleos rurales del espacio natural, la cantera situada en la cabecera del riego de Pereda, la central eléctrica de Cornatel, la presa de Penarrubia y los viales asfaltados, así como las grandes áreas destinadas a uso público.

Otra de las novedades es que se fija un horizonte temporal de 6 años, aunque podrá ser revisado anticipadamente de ser necesario y así lo evidencie el Plan de Seguimento y Control que el propio plan establece, y que se realiza con una periodicidad de entre tres años a seis, en función de los parámetros analizados.