Ourense encabeza el ranking nacional de viviendas vacías. En total una de cada cuatro viviendas, de las de 246.000 censadas en la provincia, están desocupadas, una cifra que según los datos que ha actualizado la Federación Gallega de Empresas Inmobiliarias (Fegein) ha aumentado un 5 por ciento en los últimos seis años, pasando al 26% de viviendas vacías, frente al 21% que había registrado el Instituto Nacional de Estadística en su último censo de 2011.

La actualización de datos supone que en estos momentos aplicando los cálculos aproximados de los inmobiliarios gallegos la cifra de viviendas vacías en la provincia estaría en las 68.000, lo que representa 12.300 más que hace años. De ellas, más de 15.000 está en el municipio de la capital.

Además el estudio pormenorizado por concellos de la provincia de más de 2.000 habitantes otorga un porcentaje aún mayor de viviendas vacías en el municipio de Celanova, donde más del 30% de sus 4.700 viviendas censadas están vacías. La comarca celanovense está además entre los 50 municipios de España menores de 50.000 habitantes que tienen más viviendas vacías

¿Cuál es la causa de ese crecimiento de las viviendas deshabitadas en la provincia? El balance elaborado por la Fegein apunta a dos factores fundamentales: el cierre de explotaciones agronaderas, que causó un primer éxodo de vecinos del rural a las capitales de comarca o provincia hacia la emigración y, de modo más generalizado, el envejecimiento poblacional

Este último factor, la caída demográfica, no es circunstancial, sino que la cronificación del envejecimiento poblacional es el que provoca buena parte de ese alto índice de vivienda vacías. Según el presidente de la Fegein, Benito Iglesias, "este porcentaje casi duplica la media española que es del 11,6%, y se aleja bastante de la gallega, que se sitúa en el 18,6 por ciento". Galicia es también la primera en el ranking de las comunidades autónomas.

Añade Iglesias que del total de la provincia casi la tercera parte de viviendas vacías, más de 16.000 están en municipios de menos de 2.000 habitantes, mientras que otras 11.500 casas o pisos vacíos están ubicadas en concellos de entre 2.000 y 5.000 habitantes.

Cierre de comercios

Por otra parte, el volumen de inmuebles desocupados en Ourense y ese aumento al 26% registrado a mediados de 2017 coincide con "la caída demográfica, el abandono masivo del rural, la emigración juvenil y el éxodo de mayores que dejan su casa en el rural para vivir en las villas o en la ciudad", indica.

En su estudio, Fegein destaca "el gran número de comercios tradicionales que están cerrando sus puertas en las pequeñas poblaciones, precisamente por esa pérdida de habitantes" .

Desde esta federación proponen como alternativa a este abandono de inmuebles en el rural "la posibilidad de aglutinar y focalizar los servicios públicos y privados en los núcleos de población, con mayores posibilidades económicas y sociales, dentro de cada grupo de pequeñas poblaciones, buscando así la viabilidad y permanencia en el tiempo de estos conjuntos poblacionales en torno a un eje de referencia, que estuviera próximo a todos ellos, y permitiera el acceso fácil a esos servicios, lo que ayudaría a fijar población en un rural cada vez más despoblado", indica el presidente de los inmobiliarios gallegos, Benito Iglesias.