Un ciudadano de nacionalidad etíope de 23 años será expulsado de España durante seis años tras incurrir en un delito de maltrato habitual a su expareja, una joven ourensana con la que tampoco podrá comunicarse por ningún medio en un plazo de tres años. Además, también está obligado a indemnizarla con 1.000 euros por el daño moral sufrido.

La pareja mantuvo una relación sentimental entre los meses de febrero y diciembre de 2015 y sus problemas comenzaron apenas un mes después de iniciarla. En marzo, la mujer le pedía explicaciones al acusado acerca de algunos mensajes en su teléfono móvil que indicaban que podría estar manteniendo relaciones con otras mujeres.

Discutieron y el joven arrojó objetos al suelo con violencia y la insultó con términos como "mentirosa" o "asquerosa". Este primer enfrentamiento abrió la veda para las descalificaciones por parte del acusado que se dirigía a su compañera con expresiones como "puta", "tienes cara de monstruo" o "no sabes hablar". A esta retahíla de insultos pronto se le unieron las amenazas: "Te voy a arrancar la cabeza si me sigues buscando esto irá a peor".

Después sobrevino la violencia física. La joven sufrió de manos de su pareja empujones en el pecho, patadas, bofetones y golpes contra los muebles de la casa. Su familia empezó entonces a preocuparse, escuchaban discusiones fuertes, golpes de muebles y ruidos de sillas y comenzaron a ver moratones en los brazos y cuello de la chica.

En diciembre de 2015, el acusado llegó a sacar una navaja en una de las discusiones y ese mismo mes, la madre de la víctima quiso llevársela pero la joven no quiso irse. Los informes constatan que vivía en un clima habitual de violencia psíquica y física provocado por su pareja, una situación que le generaba angustia y miedo. Finalmente la víctima presentó una denuncia contra su ya expareja en febrero de 2016 y también desde entonces asiste sesiones de psicoterapia.