Los cuatro presuntos miembros de una banda de asaltantes a los que la Guardia Civil atribuye más de una treintena de robos en viviendas del medio rural de Ourense ingresaron ayer en la prisión ourensana de Pereiro de Aguiar por orden de la magistrada de Instrucción 1 de O Carballiño. A falta de más averiguaciones en el curso de la instrucción, en principio se les imputa el delito frustrado el jueves por la Guardia Civil, que los esperaba dentro de un chalé donde pretendían volver a robar. A los albaneses, M.B, de 28 años, y E.S, de 24, la juez los investiga por robo con fuerza en casa habitada y también por delito de atentado a la autoridad y lesiones a los 4 agentes heridos. Acometieron contra los guardias que los esperaban en la última casa donde pretendían robar, un chalé entre Boborás y O Carballiño, atacándolos con un destornillador de grandes dimensiones. El chaleco salvó a uno y todos sufrieron contusiones e incluso fracturas.

El conductor huyó por "miedo"

La magistrada, atendiendo a la petición de la fiscal de guardia, también acordó la medida de prisión preventiva para F. G. T. , de 35 años, a quien además se le investiga por un presunto delito de tenencia ilícita de armas, tras la localización de una pistola ilegal en los registros de sus propiedades. Es el contacto con los albaneses y quien presuntamente elegía los domicilios. Para F. J. H., de 35 años, la autoridad acordó prisión eludible con el pago de una fianza de 4.000 euros. Ayer no tenía el dinero, por lo que también entró en la cárcel. Se le investiga por robo y desobediencia.

Es el que conducía y se dio a la fuga del domicilio. Tampoco se detuvo cuando la Guardia Civil le ordenó el alto en Cea. Terminó volcando a unos 300 metros y se escabulló monte a través, favorecido por la oscuridad de la noche. Tras casi un día en situación de busca y captura, el viernes por la tarde fue detenido en Ourense por la UDEV de la Policía Nacional. Es el único investigado que ayer quiso declarar ante la juez. Según su versión, solo conocía al otro ourensano de apenas unos 10 días y no tenía ninguna relación con los albanos, a los que tan siquiera entendía. Este sospechoso afirma que acudió al lugar sin saber que sus acompañantes iban a cometer un robo. Cuando vio el despliegue de efectivos y el revuelo tras la resistencia de los asaltantes, se dio a la fuga por "miedo", según su versión.

Los albanos, que se colaron en la vivienda a través de la ventana, y F. G. T., que los acompañaba y se quedó fuera -trató de escapar saltando el muro del cierre de la vivienda, pero fue interceptado por un agente de la Guardia Civil-, se acogieron ayer a su derecho a no declarar. En el juzgado de O Carballiño se citó a una traductora por si había interrogatorio. A estos tres imputados, detenidos todos en la vivienda, los defiende el mismo abogado. El letrado subraya que en la comparecencia de ayer solo se trató el robo frustrado del jueves, con los agentes que esperaban dentro. En principio, no recurrirá el auto de prisión porque su voluntad es "colaborar con la juez" en el esclarecimiento de los hechos.

La Guardia Civil seguía los pasos desde noviembre, ante el repunte de este tipo de delitos, y tenía enfilado al ourensano F. J. G. T. En el pueblo donde prepararon la emboscada a los delincuentes habían prevenido a los vecinos. Dejaron a la propietaria del chalé en un lugar seguro y aguardaron a la entrada de la banda para darles caza. Los albanos, que al parecer iban y venían de Madrid entre golpe y golpe, no se arredraron. Uno de ellos, E. S., mide 1,95 metros. Ayer lo escoltaron 8 guardias civiles, desde el furgón al edificio de juzgado.

El modus operandi de esta banda consistía en recorrer en vehículos distintos municipios de la provincia, seleccionando las casas con fácil acceso. Tras una minuciosa vigilancia, observaban los movimientos y costumbres. Aprovechando en la mayoría de casos las ausencias de los dueños, entraban a los domicilios tras forzar puertas y ventanas y se apoderaban de dinero y joyas. La misma juez de O Carballiño ha dictado en dos días prisión para 7 presuntos implicados en decenas de robos: la banda encarcelada ayer y, el viernes, la de tres carballineses implicados en 10 robos.

El delegado de Gobierno en Galicia, Santiago Villanueva, valoró positivamente los últimos golpes policiales que aplacan la oleada de robos en el medio rural. "Cuando a alguien le entran en el domicilio le entran en la parte más íntima, generando miedo". El mando no descarta que el grupo albano-ourensano hubiera participado en el resto de Galicia y en otras provincias.