No es habitual que en pleno mes de enero la Confederación Hidrográfica Miño-Sil pida a las instituciones y a la población en general que realicen un uso responsable del auga debido a una situación de sequía. La Xunta activó la prealerta hidrográfica el jueves en Galicia y ayer la CHMS hizo lo propio en toda la cuenca. Esta medida, que no implica por el momento restricciones en el consumo, afecta a toda la provincia de Ourense, el bajo Miño en Pontevedra, y las provincias de León y Zamora, en territorios regados por el Sil y el Bibei, respectivamente.

Aunque la situación no es alarmante y el sentido común impone que tarde o temprano lloverá porque es invierno, algunos alcaldes expresan su preocupación por la ausencia de precipitaciones. "Si sigue sin llover el problema lo tendremos en primavera", afirma Ignacio Gómez, alcalde de Ribadavia. Aunque el principal caudal de esta villa es el Avia, la captación para el consumo se toma del arroyo Maquiáns que también está muy por debajo de su circulante habitual. "La previsión que nos da la concesionaria es que si eso sigue así tendremos un verano complicado", indicó el alcalde. En zonas como A Foz y A Barca, en la desembocadura del Avia en el Miño, la imagen es "tremenda", indica el regidor, más propia de un verano seco que del pleno invierno.

Activar la prealerta por sequía es algo "anómalo" en la Confederación Hidrográfica Miño-Sil. La última vez que se adoptó esta medida fue en julio de 2015, y con anterioridad el 23 de marzo de 2012, ya en primavera. La ausencia de precipitaciones en diciembre y enero ha secado los arroyos y esto no es normal en pleno invierno, reconoce el organismo de cuenca.

De hecho, el alcalde de O Barco, Alfredo García, recordaba ayer que el año pasado había sido muy lluvioso y justo en estas fechas el Sil se desbordaba provocando inundaciones. Ahora, en cambio, este río lleva un caudal "propio del verano". Además del Sil, que cruza el municipio "muy bajo", el arroyo Cigüeña "no lleva ni gota de agua y el río Mariñán está seco", apunta el alcalde. "Yo no recuerdo una situación así", indicó. Alfredo García sostiene que la situación no requiere adoptar medidas porque el uso del agua en invierno "ya es responsable". Afirma que no hay riego de jardines y lo que se gasta es exclusivamente el consumo doméstico.

García apunta que lo idóneo ahora sería que nevase y confía en que estos días haya precipitaciones de nieve en Trevinca. "Si esa nieve se queda en las montañas está garantizada el agua", apunta. La cota baja hoy a los 700 metros y se prevé nieve en la montaña oriental, no obstante, la predicción a corto plazo no contempla lluvias.

Lo cierto es que la escasez de agua ha reducido las reservas de los embalses al 55%, 14,5 puntos por debajo de su media histórica, dejando paisajes tan asombrosos como el del pueblo del Aceredo, en Lobios, que ha emergido de las aguas del embalse de Lindoso.

Los actuales registros son los peores de los últimos nueve años y la precipitación acumulada es un 60% inferior a la media. Hace un año por estas fechas había llovido dos veces y media más que ahora.

Ante estos registros, la Confederación Hidrográfica del Miño-Sil activó ayer el nivel de prealerta por sequía y convocó la Oficina Técnica de la Sequía. Los caudales circulantes de los cauces son "muy inferiores a los normales en esta época del año", afirmaron a través de un comunicado, y aunque las reservas acumuladas no ponen en riesgo el abastecimiento a poblaciones, "sí es necesario instar a las distintas instituciones y a la población en general a uso responsable del recurso".

El presidente de la CHMS, Francisco Marín, a propuesta del Jefe de la Oficina de Planificación Hidrológica, (OPH), dictó por la mañana la correspondiente resolución que significa activar la prealerta la parte española de la demarcación hidrográfica del Miño-Sil, atendiendo al Plan Especial de Actuación en Situaciones de Alerta y Eventual Sequía, el cual prevé que, una vez superados los umbrales de prealerta en los indicadores, el seguimiento de este fenómeno extremo ha de ser continuo. Esta Oficina Técnica está formada por los representantes de las distintas unidades dependientes de la Presidencia, todos ellos con voz y voto, que son el comisario de aguas, el director técnico, el secretario general y el jefe de la OPH, o por el personal técnico que designen por delegación.

Este plan especial establece, además, un conjunto de medidas propuestas como el ahorro de suministro en usos y destinos no prioritarios (riego de jardines, baldeo de calles), reducción de presión nocturna en redes urbanas y refuerzo de los controles del agua captada para el abastecimiento que, debido al escaso caudal, podría afectar a la calidad.

La comunicación de esta situación será trasladada a todas las entidades. El Concello de Ourense todavía no la ha recibido pero el portavoz del gobierno local, Pepe Araújo, avanzó ayer que la próxima semana se concretarán estas acciones con el coordinador del área de Infraestructuras y Medio Ambiente, pero ya avanzó que se reducirá el baldeo de calles.