Pero más allá de las disputas entre populares y socialistas, los otros dos grupos políticos que apoyaron la iniciativa dejaron patente su visión de la situación termal en la ciudad. Así, el portavoz de DO, Pérez Jácome, que dijo apoyar "todo lo que sean inversiones para Ourense son buenas", fue de lo más escéptico y a la vez contundente, al sentenciar que "lo dijimos en su momento: el termalismo en la ciudad es un bluff", y aunque reconoce que "es una bendición tener esas termas", pero otra cosa "es explotar esa riqueza".

Sostiene Jácome que "debemos ser visionarios en el tema termal", y citó como ejemplo la propuesta de DO de la construcción de parque acuático "que causó mucha risa, y así nos va en la ciudad".

También criticó la oferta termal con que cuenta Ourense, claramente insuficiente, por lo que "cómo va ser el motor económico de la ciudad", y cargar contra los que mantienen ese discurso, además de cuestionar la gestión que se viene llevando a cabo en esa área y de su nuevo responsable.

Por su parte, la edil de OUeC, Ledicia Piñeiro, rubricó la apuesta de su grupo por la defensa de las potencialidades termales, pero con otro planteamiento diferentes, y que pasa por un termalismo de industria, salud y de investigación". Y arremeter contra Jácome por su planteamiento. Lo acusó de "despreciar la ciudad" y de "no ser capaz de ver sus potencialidades".