Atropelló a una mujer de 84 años y continuó la marcha, sin auxiliarla, sacando la cabeza por la ventanilla porque el impacto había fracturado el cristal delantero. La víctima salió despedida casi 15 metros y cayó sobre la acera. Perdió la vida. El responsable es Felipe García González, un vecino del concello de Muiños de 34 años. Ayer fue a juicio y se conformó con una condena de 2 años y medio de prisión, 40 días de trabajos en beneficio de la comunidad más 4 años de privación del derecho a conducir. Circulaba tras haber bebido y a pesar de que una sentencia judicial le había quitado el carné. El fatal accidente ocurrió sobre las 21,20 horas del 30 de noviembre de 2014, en la carretera de A Granxa, en Ourense.
Solo 12 días antes de atropellar mortalmente a la octogenaria, el individuo había sido condenado en sentencia firme por el juzgado de Instrucción 2 de Ourense, en unas diligencias urgentes en las que le impusieron, entre otras penas, 10 meses de privación del permiso. Tenía prohibido coger un vehículo antes del 13 de septiembre de 2015, pero hizo caso omiso.
Estaba limitado a 40 km/h
A las 21,20 horas del domingo 30 de noviembre de 2014, procedente de la zona centro de Ourense, al tomar una curva a la altura del número 53 de la carretera de A Granxa, la OU-101, se salió de la calzada por el margen izquierdo e impactó contra la mujer de 84 años, que se encontraba en la acera. El límite de velocidad en el punto era de 40 kilómetros por hora. Este siniestro reactivó las demandas vecinales de mayores controles y medidas contra los atropellos urbanos.
Según queda probado, el conductor perdió el control del vehículo debido al exceso de velocidad, invadió el carril contrario y atropelló a la viandante, que murió en el acto como consecuencia del brutal impacto. Fue alcanzada a la altura de las piernas y su cabeza impactó contra el parabrisas, saliendo despedida 14,85 metros y cayendo sobre la acera.
Tras la colisión, el conductor invadió la acera parcialmente, logrando corregir la trayectoria para continuar su ruta, obviando el deber de socorro a las víctimas de un accidente de tráfico. El atropello quebró el parabrisas. El individuo sacó la cabeza por la ventanilla, al no tener visibilidad suficiente, al tiempo que se daba a la fuga del lugar. La Guardia Civil lo detuvo cuando intentaba eliminar las pruebas del accidente en su Citröen C-4. Llevó el coche siniestrado a un taller de las proximidades del cementerio de Santa Mariña para que se lo repararan. Dijo al profesional que había sufrido una colisión con un animal.
Se enfrentaba a 8 años
La Fiscalía solicitó inicialmente un total de 8 años de cárcel por un delito contra la seguridad del tráfico y otro de conducción temeraria en concurso con homicidio imprudente. Además, proponía 6 años del privación del derecho a conducir. El acuerdo de conformidad suscrito ayer por el acusado deja la condena en 40 días de trabajos por la conducción pese a estar privado del permiso, más 2 años, 6 meses y 1 día de prisión por una conducción temeraria en concurso con el homicidio imprudente. La privación del carné es de 4 años, por lo que para volver a ponerse al volante tendría que volver a examinarse pasado ese periodo.
La condena incluye responsabilidad civil. Felipe García González está obligado a indemnizar a los herederos legales en la cuantía de 10.632,33 euros, siendo responsable civil directo su aseguradora.
