Los que decidieron mantenerse al margen del plan de inversiones, por entender que se trataba de una "cementado electoral" fueron los otros dos grupos de la oposición: BNG y Democracia Ourensana, al esgrimir que el gobierno socialista tuvo tiempo suficiente para ejecutar las obras que ahora "traen de prisa y corriendo".

Ambos grupos, que en su momento votaron en contra de la modificación de crédito, sostiene como justificación de referencia que no quieren ser cómplices de una "nefasta gestión" que a última hora intenta "lavar la cara" un gobierno que entienden está totalmente "desacreditado" y es pasto de las criticas de los ciudadanos.