Además de los partes, atestados y versiones de los policías -las supuestas víctimas de insultos y agresiones- los cargos contra los siete manifestantes acusados de desórdenes y lesiones en el intento de asalto a la biblioteca pública de Ourense, en 2012, se reforzaron ayer con los testimonios de dos vecinos. Una joven y su abuelo, separados por una mampara del banquillo de imputados, relataron la supuesta acometida del grupo de estudiantes contra el centro que únicamente custodiaban seis agentes. "Dijeron ¡vamos a por ellos! y empezaron a empujar", declaró el testigo mayor. "Estábamos desbordados y aguantando para que nos aplastasen contra la puerta", testificó al respecto un agente.

El juez del Penal Dos, César Saco, se encargará de dictar sentencia tras dar por finalizada ayer la vista con un intento de acuerdo fallido. Al final, la Fiscalía solo rebajó la petición de condena para el único de los siete manifestantes que admitió haber agredido a un agente, Ángel José M.P. Se expone a 2 años. Para el resto, el ministerio público pide un castigo de hasta 4 años y medio de prisión por delitos, en distinto grado, de desórdenes públicos, atentado a agentes de la autoridad y lesiones. "Pasaron de una acción lícita como es una manifestación a una degradación por parte de unos pocos". Uno de los uniformados los definió como "grupo radical".

Acusan de mentir a una joven

Las defensas niegan que haya pruebas para condenar y recuerdan que se manifestaron para defender la educación, no para armar un altercado. El abogado de Jon Sáez, excandidato de AGE en las autonómicas de 2012, para quien el fiscal pide 4 años, subrayó que la víctima fue él. Una testigo, a la que la fiscal ha pedido deducir una investigación por si mintió en el estrado, dijo que estaba a su lado cuando un agente le dio una agresión "impresionante". Ese acto despertó el "tumulto". La defensa alega indefensión por que no se hubiera investigado esa supuesta agresión policial.

La abogada de otro acusado, Antón G.C. que se enfrenta a 4 años y medio, acusa a la Policía de "falta de rigor" . Denuncia que el joven fue incriminado tras una identificación previa de un menor que resultó errónea. El joven fue señalado como supuesto inductor del intento de asalto a través del megáfono, y también por agredir supuestamente a un efectivo con un mástil de bandera. "La masa le obedecía", dijo ayer la agente que estaba el 11 de octubre de 2012 al frente del operativo.