Si la Fiscalía lo considera necesario para reforzar sus argumentos, y si la Audiencia Provincial accede, en el juicio podrían oírse algunas de las numerosas conversaciones telefónicas que presuntamente comprometen a los acusados. Las escuchas son el hilo del que tiran los policías judiciales, por costumbre, para desentrañar las investigaciones de drogas. La de Verín no es una excepción y, como es norma, las intervenciones requieren una motivación previa sobre las sospechas e indicios ya recabados, para que los jueces de instrucción autoricen su práctica y uso como prueba; pues se trata de una invasión en el derecho fundamental a la intimidad. También es habitual que los abogados de las defensas escudriñen los autos y atestados al detalle, en busca del mínimo resquicio que dé pie a una posible nulidad de todo el procedimiento por la vulneración de derechos. Los agentes han encontrado indicios sobre actividad de narcotráfico en un total de 36 llamadas y 21 mensajes SMS. Su contenido se almacenó en cedés pero también está transcrito, por lo que pueden servir al tribunal como prueba documental aunque no lleguen a reproducirse en el juicio.