El Ministerio de Política Territorial ha concedido más de 400.000 euros en concepto de ayudas para paliar los efectos del temporal a comienzos de año, sobre todo la incidencia del ciclón Xynthia el último sábado del mes de febrero.

De los 131,5 millones que el Gobierno concede en todo el Estado, Ourense ha concentrado la totalidad de actuaciones, 49, aprobadas en Galicia. El objetivo es dar respuesta a las graves consecuencias del temporal, y también de los incendios ocurridos en el verano de 2009.

Los beneficiarios de la financiación estatal serán la Diputación Provincial, el Concello de Ourense y otros cinco municipios de la provincia que sufrieron en mayor medida la incidencia del mal tiempo. Monterrei, Cualedro, Vilar de Santos, Sarreaus y Vilar de Barrio, donde fallecía la única víctima mortal gallega por el ciclón Xynthia, recibirán las ayudas del Estado.

La mayor parte de los proyectos, según recoge el Ministerio de Política Territorial, consistirán en la reparación de redes viarias locales y provinciales.

Según la orden ministerial que fue publicada en el Boletín Oficial del Estado (BOE) el pasado 24 de abril, Política Territorial se hace cargo de hasta el 50% del coste de los proyectos de reparación de infraestructuras, equipamientos e instalaciones de titularidad municipal y de las mancomunidades, así como de las redes de agua.

El resto del coste será sufragado por los ayuntamientos afectados, que podrán disponer de ayudas procedentes de las diputaciones o de la Xunta.

Crecidas fluviales y avenidas

El ciclón Xynthia recorrió el 27 de febrero la provincia barriendo la zona sur y oriental con vientos, que en apariencia de huracán, golpearon a 196 kilómetros por hora en Carballeda de Valdeorras (valor máximo alcanzado aquel día en Galicia), a 157 en O Barco de Valdeorras; a 138 en Cabeza de Manzaneda; y a 137 kilómetros por hora en Maceda.

En A Limia, donde una mujer murió sepultada al derrumbarse la pared de un almacén en el que estaba trabajando, el viento sopló a velocidades de hasta 140 kilómetros por hora, según los registros de Meteogalicia.

El ciclón arrancó tejados, ocasionó daños en el tendido eléctrico, echó por tierra árboles, postes, rótulos y vallas en prácticamente todas las comarcas ourensanas. Además, afectó al cauce de los ríos: en la cuenca del Támega o el Bibey, se produjeron avenidas; mientras que la cuenca del Miño alcanzó niveles de caudal cercanos al 90% de capacidad.