Con las nuevas tarifas aprobadas por el MInisterio de Industria la factura eléctrica para regadío se podría encarecer hasta un 40 por ciento para los regantes de A Limia, por lo que el senador del BNG, Xosé Manuel Pérez Bouza, pedirá hoy que se supriman para este sector.

El nacionalista advierte que si se eliminan las tarifas específicas de riego, como está previsto para el día 30, ello afectará "especialmente a los agricultores de la comarca de A Limia, donde se utilizan bombas eléctricas para regar más de 2.000 hectáreas y donde se tienen previsto poner en regadío otras 4.000, de acuerdo con un plan de modernización de regadíos".

Así, Pérez Bouza observa que es un incremento "abusivo" en dichas tarifas, además de representar un coste añadido para la producción agrícola, que "ya es alto", además "puede frenar el proceso de regadíos y el ahorro de agua que conlleva".

Por ello, propondrá hoy en la Cámara Alta medidas como la adoptada por el gobierno italiano, que demandó a la Unión Europea poder aplicarles a las tarifas un tipo de IVE reducido, lo cual le fue concedido.

Dice que ésta sería una medida importante ya que actualmente las comunidades de regantes no están sujetas al pago del IVE, con lo cual no pueden repercutirlo a sus comuneros y deben soportarlo como usuario final, lo que supone el encarecimiento de la energía eléctrica y un freno para las obras de modernización de regadíos".

Destaca que con la nueva norma las comunidades de regantes "deben contratar la misma potencia todo el año, cuando sólo utilizan el regadío tres o cuatro meses".

También pedirá al Senado que inste al gobierno a negociar con las empresas eléctricas para que le permitan a las comunidades de regantes seguir manteniendo la posibilidad de realizar cambios en la potencia contratada a lo largo del año, ya que el consumo de agua en muchos terrenos está concentrado en 3 o 4 meses al año".

Y es que observa que las ofertas que están recibiendo actualmente los regantes "además de unos incrementos abusivos en el coste del KW/horas, incluyen la obligación de mantener contratada la potencia máxima todo el año".

Por último, pedirá una tarifa de discriminación horaria. Destaca que el precio subió un 30,3 por ciento para los regantes que optaron por el mercado regulado y un 42 para los que eligieron precios del mercado.