Vivimos en un mundo liberal y en una economía de las 24 horas, donde los ricos no se conforman y quieren ser más ricos, creando una gran desigualdad y mucha pobreza.

Hace unos días, un concierto de silbatos y repugnancia sonó a nivel internacional, después de que los corbatas ricos de salón, anunciaran la creación de una Superliga Europea. La ya desmoronada Superliga, una competición privada para los clubes mas ricos de este planeta, consistía en crear caja a través de un cajero que escupía billetes día y noche. El estilo americano se quiere imponer en Europa de la mano del presidente del R. Madrid. Vemos el deporte como un heroismo de tristeza y alegría con sueños e historia. Sin embargo, la mayoría de los cuentos de hadas están escritos por los más pequeños, por el club provinciano que eliminó de la Copa al gran favorito. O aquel Deportivo de Donato o el actual jugando en la Segunda B.

Por el momento no tendremos la quiniela de la Superliga, pero, quién sabe si en un futuro...