Dice la ciencia de la universidad que en cinco años uno demuestra lo que sabe por lo que habla, dice la ciencia de toda la vida que si uno habla con arte es igual lo que hable pues el buen arte atonta la razón y enamora el corazón. De esta lección aprendió su arte el embaucador, el que enamora por delante con la belleza de su palabra y te la clava por detrás con la falsedad de su guion.