Crónica Política

Un recado oportuno

Javier Sánchez de Dios

Javier Sánchez de Dios

Tiene razón el director de Stellantis, señor Bueno, cuando advierte de los riesgos que para el conjunto de la industria del automóvil, y bastantes otras, supone el “low cost” en la producción por todo lo que puede significar –aunque don Ignacio no lo llama así– “competencia desleal” de países terceros en el mercado actual. Y no sólo lo asiste la lógica, sino la práctica: buena parte de la escalada de precios se debe precisamente no sólo a la carestía de materias primas o la escasez de materiales, sino a la aceptación, que ahora se demuestra nociva, de la dependencia de otros, incluyendo lo que se ha llamado Oriente Lejano. Cuyo potencial competitivo quizá se haya minusvalorado. Un error.

Ocurre que a la vez que el criterio del responsable de la más importante factoría de automóviles de España es una voz de alerta para las empresas –incluidas las multinacionales– que no tengan fábricas en puntos de producción, resulta posible que advierta del riesgo de reubicación. Lo que podría significar un incremento del desempleo en toda Europa, con especial sufrimiento para la situación laboral en España, que es mucho peor de lo que se oyó estos últimos días en el Congreso de los Diputados. Y por eso la apuesta de Stellantis por las energías renovables supone un ejemplo de previsión u de prudencia. Y un compromiso –en opinión de quien escribe– de continuidad.

No se trata de halagar para que suene bien: hay algo más de loable en el mensaje, que es la oportunidad. Porque se envía en un momento en el que algunos pretenden partidizar la cuestión de los parques eólicos marinos que, como se ha expuesto ya, son imprescindibles para garantizar cierta autonomía energética en la medida en que no se dependerá de terceros como hasta ahora. Existe una polémica que refleja la preocupación, lógica, del sector pesquero que a la vez roza lo preelectoral en el peor de los sentidos, porque tergiversa la realidad. En este periódico se ha insistido en que las eólicas y el sector extractivo marino son compatibles, con un plan serio, documentado, que lo haga posible.

Ítem más. El “recado” del señor Bueno, y procede insistir, es útil y oportuno a la vez que un recordatorio de que los errores de ayer suelen traducirse, si no se reparan, en daños importantes para quienes no han tenido parte en las decisiones. Y en el caso de la factoría viguesa conviene atender a cuanto dice su director no para jugar el papel de obedientes, sino el de interesados en prosperar corrigiendo errores propios y avisando de los efectos, de otros, ajenos. Stellantis es, desde el punto de vista industrial y el exportador, vital para este Reino, y no sólo para la gran ciudad olívica, por su propio peso y por el de la economía circular que significa su actividad.

Y hay más todavía: es insustituible para lograr una reducción estratégica con respecto a la importación de productos necesarios aquella continuidad. Y sin olvidar, que también es clave atenderla porque significa, como se dijo, alejar deslocalizaciones, que entrañarían desempleo y perjuicios. Por eso el recado es tan oportuno.

Suscríbete para seguir leyendo