También en este asunto de la inflación se perciben sesgos y desenfoques en análisis y declaraciones políticas. Por eso, es importante recapitular e incidir en tres ideas fundamentales.
La primera es que la inflación está afectando a la mayoría de los países del Mundo y, en particular, a todos los europeos. No es un problema de España. Digámoslo de otra manera: ni España ni Galicia destacan para bien o para mal. El indicador del mes de junio ha sido un poco más elevado aquí, pero el acumulado del año está en línea con los países de nuestro entorno, porque otros meses ha estado por abajo.
La segunda es que lo que se ha hecho hasta ahora en España está también alineado con lo que se está haciendo en Europa, salvo en lo que se refiere a los cambios en el mercado eléctrico. Personalmente, creo que no es buena idea la subvención general de 20 céntimos al combustible, porque está beneficiando en buena medida a las petroleras mediante subidas de precios y porque va en contra del mensaje de que es momento de consumir menos gasolina y gasóleo. Yo hubiese focalizado las ayudas a los sectores productivos más impactados y con escasa capacidad de cambiar procesos a corto plazo; en particular, transporte y pesca. Pero la realidad es que esa actuación general es la norma en los países del entorno y es políticamente difícil escaparse de esta tendencia. Por el contrario, la “excepción ibérica” ha sido una buena idea y sus efectos se están notando ya. Si se quiere saber con precisión qué habría pasado sin ella, lo que hay que hacer es análisis de contrafactuales como los que ha elaborado BBVA o el publicado en el blog “nada es gratis”, que apuntan reducciones de precio entre el 10 y el 15% respecto a una situación sin “excepción ibérica”.
La tercera es que urge un pacto de rentas amplio (salarios, pensiones, márgenes empresariales, alquileres) que evite conflictos y efectos de segunda ronda que agraven y cronifiquen la inflación. Necesitamos anclas y referencias, soluciones para el trienio 2022-2024 que sirvan para repartir de forma equitativa y pacífica el empobrecimiento que está generando la guerra de Ucrania, y contemplen de forma expresa una recuperación futura ese poder adquisitivo perdido.
Estamos en guerra. Es duro asumirlo cuando aún no le hemos dicho adiós a la pandemia. Pero es el momento que nos ha tocado vivir y hay que estar a la altura. Pacto de rentas ya.
*Director de GEN (Universidade de Vigo) y del Foro Económico de Galicia
