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Iván López opinador

La Comisión ofendidita

No son los mejores momentos para los europeístas que nos dedicamos a la pesca, parece la Comisión Europea estar empeñada en demostrar que tenían razón algunos comentaristas británicos al señalarla como una fábrica de euroescépticos. No se entienda mal, sigo creyendo que la Unión Europea es presente y futuro de la sociedad europea, pero también que cada vez es más evidente la necesidad de que cambie y mucho la actitud de la Comisión en el ejercicio de sus funciones.

Esto es lo que está en el meollo de la causa del tremendo enfado y preocupación por el futuro que la aprobación del cierre total a la pesca de 94 zonas en aguas comunitarias, pero que realmente lo son de Irlanda, Francia, Portugal y España. El problema no es el hecho de querer cerrar zonas a la pesca para proteger ecosistemas marinos vulnerables, si algo tenemos claro en la comunidad pesquera es que los mares necesitan cuidado y que de su buena salud depende el futuro de nuestro clima y por ende el de nuestra actividad. El problema es una vez más, y cuantas van ya, el camino y el método elegidos, de manera muy consciente, por los servicios capitaneados por el Sr. Sinkevicius.

Está la Comisión empeñada en que sean los titulares tuiteros quienes guíen su política marítimo-pesquera y las grandes citas de la gobernanza oceánica quienes marquen los tiempos de adopción, en este caso eligiendo la opción con el mayor numero de cierres y superficie afectada y lo sometió a votación justo en la semana en que en Lisboa la ONU organizaba la II Conferencia de los Océanos. Y como no hay que dejar que la realidad estropee una buena acción comunicativa, hincha el pecho la Comisión diciendo que basa sus decisiones en la mejor ciencia disponible, pero desecha las llamadas de los científicos para cubrir fallas en nuestro conocimiento de los fondos marinos diciendo que dicha investigación sería muy difícil y que por eso no se hace. Recordemos que hablamos de unos fondos comprendidos entre los 400 y los 800 metros de profundidad que no posan problema alguno, el Titanic se halla a mas 3.800 metros y no parece ser un problema hacer documentales.

Cuando España dice que los cierres son abusivos, ni siquiera considera las preocupaciones de uno de los países soberanos donde se acometerán los cierres, tampoco de la ciencia que ha aportado nuestro país describiendo con mucha más precisión donde se encuentran los ecosistemas a proteger. Mucho mejor sostenella y no enmendalla y cerrar zonas de pesca donde la flota ha trabajado por más de 70 años. Y cuando se comete la osadía de señalar que la flota más afectada, la de palangre y artes fijas, no ha sido incluida en las consideraciones del ICES al haber sido incluida por la propia Comisión en el último suspiro, pues dice qué se le va a hacer y que ya habrá oportunidad de revisarlo en el futuro.

La Comisión ha dejado de entender la diferencia entre administrar la realidad de la pesca europea y su cuenta de Twitter y, claro, ahora resulta que todos, Estados Miembros, flota pesquera y científicos, no somos más que trols por no darle al like. Esperemos que no acaben por bloquearnos a todos.

*Presidente de la Alianza Europea de Pesca de Fondo, EBFA

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