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La conversación pendiente

El pasado 8 de junio el Parlamento Europeo aprobó la prohibición de la venta de coches de combustión en la UE en el año 2035, quizá la propia Comisión ejerza la presión oportuna para que haya una moratoria para algunos Estados que nunca irá más allá del 2040. Hasta aquí todo parece normal.

Desde hace años venimos oyendo/leyendo un montón de informaciones acerca del proceso de cambio que va a experimentar el sector del automóvil a nivel mundial, conceptos como movilidad sostenible, electrificación, reducción de emisiones, cambios de hábitos en la movilidad, etc., forman parte del vocabulario habitual en cualquier conversación sobre el sector, pero ¿y de los empleos qué?

Dicen los expertos que la fabricación de un vehículo eléctrico necesita menos horas de trabajo que un vehículo de combustión, o lo que es lo mismo, menos puestos de trabajo, pero de esto nadie habla. Hace más de quince años, se decía que por cada empleo que creaba un constructor se generaban entre 3 y 4 empleos en la industria de componentes del automóvil. ¡Parece que se acercan vientos de cambio!

Por si esto fuera poco, los estudios de mercado dicen que la demanda de vehículo convencional (el que usamos las personas de a pie), se reducirá considerablemente en un futuro no muy lejano, mayoritariamente provocado por el crecimiento de las grandes urbes, concentración de habitantes en entornos con facilidad para la movilidad colectiva e individual en formas diferentes a las que conocíamos hasta ahora (cosa que ya se está produciendo: car sharing, patines eléctricos, bicis eléctricas de alquiler, etc.).

¡Seguro que habrá quien piense que no será para tanto, el vehículo comercial seguirá siendo de combustión! ¿Acaso no sabemos que los grandes fabricantes ya están inmersos en la evolución hacia el hidrógeno, el gas y otros sistemas alternativos? Pero es que no solo ellos, el tráfico marítimo empieza ya a usar el hidrogeno y otros sistemas de combustión para reducir el impacto medioambiental de sus actividades, obligados por la normativa. ¿Y el tráfico aéreo? Ya está en ello también. ¡Parece que se acerca la tormenta perfecta!

Una vez más palabras como Perte, Next Generation, incentivos, transición ecológica…, forman parte de ese vocabulario que maneja casi todo el mundo, ¿y de los empleos cuándo hablamos?

La historia solo se escribe una vez y parece que nos gusta repetirla, siempre cometemos los mismos errores y de ahí el refrán del animal-la piedra-el tropiezo…y la enésima vez.

El sector del automóvil solo en Galicia emplea a 23.450 personas, lo que supone el 13,7% del empleo industrial gallego, incluyendo a fabricantes e industria de componentes y auxiliares, y representa el 17,7% del PIB gallego. El sector, ha sido y es uno de los estandartes sectoriales de los que siempre ha presumido la industria en Galicia y en el Estado español. Y hasta aquí todo bien. ¿Y de los empleos cuando hablamos?

Hoy tenemos la oportunidad de ver al futuro y actuar, no podemos esperar a que cuando llegue el 2035-2040 nos superen los acontecimientos. Hoy nos peleamos con los trámites administrativos de los perte, la burocracia siempre farragosa de la Administración Pública, con si me encaja o no me encaja, ¿y?

Hoy, hay que empezar a pensar en que vamos a hacer con toda la mano de obra que sobrará para entonces, como vamos a recualificar a todas esas personas que la suerte del destino tiene que llevar a trabajar en otros sectores, en otras actividades, con otro nivel de conocimientos. ¿Vamos a esperar?

Cuando se escribe esto desde este rincón peninsular, no cabe duda de que son muchas las influencias emocionales que revolotean en el ambiente. En el año 2035 hará casi 50 años de aquella gran reconversión industrial que sufrió el Estado español, aquello que, en términos cinematográficos, tan bien ejemplarizo el cine a través de Los lunes al sol. ¿Vamos a permitir que se repita la historia? El futuro se escribe hoy y ahora.

En declaraciones a la agencia Reuters el CEO de Daimler Chrysler, tratando este tema decía “We have to have an honest conversation about the EVS and Jobs” (agencia Reuters mayo 2021). En las mismas declaraciones, el presidente de IG Metall manifestaba que la transición al vehículo eléctrico podría costarle a Alemania una pérdida de 100.000 empleos. ¿Lo tenemos cuantificado en el Estado Español? A lo mejor, yo estoy un poco despistado, pero no recuerdo leer, ni oír a nadie en el Estado hablando de Jobs--Futuro-Automóvil-etc.

El 2035 es mañana y nos despertaremos como hoy. Solo si reaccionamos, planificamos, si tenemos un objetivo común, tenemos un plan y definimos la estrategia, si de verdad pensamos con visión estratégica y de futuro, no volveremos a vivir aquellos lunes al sol.

Ahora toca preocuparse, empujar y trabajar para garantizar el futuro como lo hemos trabajado y garantizado hasta hoy. Por el futuro de las personas, por el de las generaciones venideras, por el sector, por el País, porque hay lujos que no nos podemos permitir. Creo que podemos, pero requiere del esfuerzo y sacrificio de todos y todas.

¿Para cuándo esa conversación pendiente?

*Profesor asociado de la Universidad de Vigo

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