El “fenómeno influencer” está de moda. Todo el mundo quiere ser influencer: tener miles de seguidores en YouTube, Instagram o TikTok y marcar tendencias en amplios sectores de la sociedad. De lo que ya no se habla tanto es de la responsabilidad que tienen los creadores de contenidos en internet, pues sus palabras –o sus imágenes– influyen en la conducta de todas esas personas que les siguen, sobre todo jóvenes.

La de influencer es, sin duda, una profesión en alza. Según datos de la agencia Signal Fire1, en el mundo hay 50 millones de creadores de contenidos para la red (blogueros, youtubers, instagrammers...). De ellos, algo más de dos millones podrían considerarse creadores profesionales. En España hay unos 135.000 influencers que tienen más de 1.000 seguidores en alguna de sus cuentas de YouTube, Facebook, Instagram o Twitch. Se calcula que más de 7.500 personas viven en nuestro país de la creación de contenidos digitales.

Ante el auge de una profesión que “ha llegado para quedarse” –como señaló Sergio Barreda en el Club FARO–, acaba de ver la luz el Libro Blanco de la Influencia Responsable. Fruto de 40 entrevistas con representantes del ecosistema de la influencia digital en Europa, el Libro Blanco ha sido elaborado por iCmedia y Sic Spain 2, y cofinanciado por la Unión Europea. iCmedia es la Federación que agrupa a 17 asociaciones de usuarios de medios de toda España, y tiene como objetivo promover iniciativas para mejorar la calidad de los contenidos audiovisuales.

El documento analiza las claves para fortalecer la credibilidad y transparencia de un sector que crece a nivel global y que triunfa sobre todo entre los jóvenes de 16 a 24 años. El Libro Blanco incluye un Decálogo de buena conducta.

Decálogo del influencer responsable

1. Ser transparente respecto a las relaciones comerciales asociadas a los productos o servicios que se promueven.

2. Respetar los valores de marcas, anunciantes, audiencias, plataformas y creadores de contenido.

3. Diferenciar entre opinión e información, aportando fuentes y evitando la desinformación.

4. Establecer y cumplir los acuerdos entre marcas, anunciantes, plataformas y creadores de contenido.

5. Ser auténtico y creíble.

6. Conseguir seguidores de manera profesional y ética.

7. Cumplir con los requisitos legales y la autorregulación en materia de publicidad e información.

8. Cumplir con los requisitos legales y la autorregulación en materia de protección de colectivos vulnerables y en especial de menores.

9. Promover y divulgar buenas prácticas de influencia responsable en el entorno de influencia.

10. Participar en iniciativas encaminadas a la toma de decisiones informadas de las audiencias.

Además de señalar los riesgos en que pueden caer los influencers y cómo deben evitarlos, el Libro Blanco de la Influencia Responsable aporta también sugerencias de buenas prácticas para los usuarios, especialmente para proteger a los menores. Así, entre las soluciones que se proponen a los usuarios figuran la de sensibilizar a los menores y a los jóvenes del uso responsable de las redes; el respeto a otros usuarios e influencers; el uso de herramientas de control parental (Qustodio, Secure Kids, etc.), o promover el acceso a redes sociales en familia o espacios comunes.

El Libro Blanco de la Influencia Responsable se puede descargar desde la web de Influencer Trust Project.

*Presidente de iCmedia Galicia