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Luis Carlos de la Peña

Subirats o el sistema

A fuerza de orteguiano y federalista, perdonen la redundancia, entiendo la construcción del Estado como una permanente tarea de agregación. Agregación a un proyecto ¿sugestivo? de vida en común. Por eso, lejos de inquietarme la incorporación de Joan Subirats al consejo de ministros en sustitución de Manuel Castells, lo veo como un logro colectivo de nuestra democracia. Que el gobierno de España integre a un participante en el ilegal referéndum catalán de 2017 habla con claridad de los engranajes que mueven el gobierno de coalición y del propio profesor Subirats que ahora promete el cargo ante el texto constitucional. Al fin y al cabo, antes de él y con muy similares antecedentes en Bandera Roja y en el PSUC, también fue ministro –y padre de la Constitución– Jordi Solé Tura (Cultura) en el gabinete de Felipe González e, incluso, en los de José María Aznar no faltaron Josep Piqué (Exteriores), Pilar del Castillo (Educación y Cultura) o la misma Celia Villalobos (Sanidad), todos ellos con origen en la maoísta Bandera Roja.

"Es un error la instalación aquí y allá de los llamados “cordones sanitarios”: se apliquen a Vox, a Bildu o ahora al catedrático Subirats"

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Insisto en las bondades de este multiculturalismo político inserto en el gobierno. Con esa pluralidad de orígenes, la diversidad ideológica y territorial del país en su conjunto se garantiza de un modo más próximo a la realidad. La uniformidad es empobrecedora y un error la instalación aquí y allá de los llamados “cordones sanitarios”: se apliquen a Vox, a Bildu o ahora al catedrático Subirats. En el fondo, la vieja y perezosa pulsión del silenciamiento, el monolitismo y los apriorismos excluyentes.

En La redención de las provincias (1928), Ortega y Gasset hacía una urgente llamada a huir de la política “madrileñista”, entendida esta como poco representativa de las pulsiones del conjunto de España. Era preciso volver la vista a las provincias y “regiones”, generar de nueva planta una clase política, funcionarial, industrial y comercial comprometida en los respectivos territorios, activar demandas y proyectos locales y, en reciprocidad, capturar las energías generadas para el desarrollo conjunto del país. La incorporación de Joan Subirats al gobierno hay que valorarla como un ejercicio de corresponsabilidad por parte de su partido, los Comunes. “La política –decía Ortega– es un sistema de soluciones a un sistema de problemas. Su acierto residirá en lo que tenga de sistema, de mutuo complemento entre sus partes”.

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