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Enrique López Veiga

Exceso de capacidad pesquera y subvenciones al combustible

Flota pesquera, amarrada en el puerto de Hong Kong. Christian Junker CC

Con una cierta perplejidad seguimos los debates en el seno de la Organización Mundial del Comercio (OMC) sobre la necesidad de eliminar, con carácter general, las subvenciones al combustible en la pesca. El argumento básico parece ser que dichas subvenciones, al abaratar los costos de explotación artificialmente, contribuyen a generar un exceso de capacidad pesquera y por eso es necesario eliminarlas. El debate es absurdo y dicha medida en poco o en nada va a contribuir a la eliminación del exceso de capacidad pesquera causa aparente de la sobreexplotación de los recursos a nivel mundial.

Exceso de capacidad pesquera y subvenciones al combustible

En primer lugar, es necesario definir el concepto de lo que es una subvención. En principio las normas de la OMC permiten las subvenciones salvo aquellas que contribuyan a falsear la competencia. En el caso del combustible pesquero, una subvención que disminuyera el coste del combustible por debajo del precio de mercado no debería de ser autorizada. La cuestión es que ningún Estado miembro en la UE otorga este tipo de subvenciones porque los Tratados no lo permiten. No veo ningún inconveniente a que esta medida se adoptara en el seno de la OMC con carácter vinculante para todos los países y se puede apoyar sin reservas.

Pero sobre este precio internacional de mercado los países son libres para decidir sobre el tipo de fiscalidad que desean imponer a los distintos combustibles. El problema surge cuando se considera si una exención fiscal particular puede considerarse una subvención o no. Es cierto que la jurisprudencia europea considera que una exención fiscal, por ejemplo, que un combustible para un determinado sector tenga una fiscalidad más baja que otro que utilice el mismo combustible, es una subvención. Pero claro para poderla considerar así hay que analizar primero cuál es el mercado relevante, tanto geográfico como de producto cosa que parece que se ignora en todas estas conversaciones en la OMC. Parecería que la OMC pretende que todos los países además de prohibir las subvenciones para rebajar el precio del combustible por debajo del del mercado, tendrían que alinear la fiscalidad del combustible del sector pesquero con el resto de los sectores. Esto formulado así es un verdadero absurdo. Por ejemplo, consideremos dos países con la fiscalidad del combustible distinta como Estados Unidos y España. El precio en EEUU es la mitad del de España y si los precios del combustible en España se aumentaran los buques pesqueros que fueran por ejemplo a las Malvinas, no tendrían más que aprovisionarse en algún puerto de aquel país o controlado por este (ej. Puerto Rico) o Surinam para neutralizar dicha subida. Si se pretendiera luchar de esta ineficaz manera contra el exceso de capacidad pesquera habría que alinear precios mundiales y fiscalidad con los países que la tienen más elevada que ¡¡Oh sorpresa!! Son los de la Unión Europea.

Pero es que además el debate es absurdo poruqe ni siquiera hay consenso sobre cómo ha de medirse la capacidad pesquera. En principio existe esa sobrecapacidad cuando el tamaño de las flotas conduce a la sobreexplotación de las pesquerías, es decir que la capacidad ha de medirse sobre el estado de los recursos sobre los que actúa y no se puede por lo tanto plantear una solución a nivel mundial, porque no todos los stocks están sometidos a sobreexplotación. Por ejemplo, la capacidad pesquera de la flota europea está bastante controlada mediante el conocido sistema de TACs y Cuotas de capturas, aunque el sistema sea francamente mejorable. Entonces … ¿de que problema estamos hablando y cómo influye el precio del combustible que es de los más caros del mundo? La capacidad de una flota pesquera es una función del número de barcos y de otros muchos factores, pero entre ellos el número de barcos es el más obvio.

Por eso, si de verdad se quisiera atajar de manera eficaz el problema de la sobrecapacidad habría que delimitar las flotas y los stocks sobre los que actúan, no deberían además existir pesquerías no sometidas a una disciplina en la Organización Regional de Pesca (OROP) pertinente y un largo etc. Desde luego lo primero que hay que hacer es limitar, como hace la UE el tamaño de las flotas e impedir su crecimiento. Yo estoy convencido es que se está gastando pólvora en salvas porque no hay valor para denunciar alto y claro el aumento desmedido de ciertas flotas asiáticas en el Atlántico Sur entre las que se encuentra China.

Con una cierta perplejidad seguimos los debates en el seno de la Organización Mundial del Comercio (OMC) sobre la necesidad de eliminar, con carácter general, las subvenciones al combustible en la pesca. El argumento básico parece ser que dichas subvenciones, al abaratar los costos de explotación artificialmente, contribuyen a generar un exceso de capacidad pesquera y por eso es necesario eliminarlas. El debate es absurdo y dicha medida en poco o en nada va a contribuir a la eliminación del exceso de capacidad pesquera causa aparente de la sobreexplotación de los recursos a nivel mundial.

En primer lugar, es necesario definir el concepto de lo que es una subvención. En principio las normas de la OMC permiten las subvenciones salvo aquellas que contribuyan a falsear la competencia. En el caso del combustible pesquero, una subvención que disminuyera el coste del combustible por debajo del precio de mercado no debería de ser autorizada. La cuestión es que ningún Estado miembro en la UE otorga este tipo de subvenciones porque los Tratados no lo permiten. No veo ningún inconveniente a que esta medida se adoptara en el seno de la OMC con carácter vinculante para todos los países y se puede apoyar sin reservas.

Pero sobre este precio internacional de mercado los países son libres para decidir sobre el tipo de fiscalidad que desean imponer a los distintos combustibles. El problema surge cuando se considera si una exención fiscal particular puede considerarse una subvención o no. Es cierto que la jurisprudencia europea considera que una exención fiscal, por ejemplo, que un combustible para un determinado sector tenga una fiscalidad más baja que otro que utilice el mismo combustible, es una subvención. Pero claro, para poderla considerar así hay que analizar primero cuál es el mercado relevante, tanto geográfico como de producto cosa que parece que se ignora en todas estas conversaciones en la OMC. Parecería que la OMC pretende que todos los países además de prohibir las subvenciones para rebajar el precio del combustible por debajo del del mercado, tendrían que alinear la fiscalidad del combustible del sector pesquero con el resto de los sectores. Esto formulado así es un verdadero absurdo. Por ejemplo, consideremos dos países con la fiscalidad del combustible distinta como Estados Unidos y España. El precio en EE UU es la mitad del de España y si los precios del combustible en España se aumentaran los buques pesqueros que fueran por ejemplo a las Malvinas, no tendrían más que aprovisionarse en algún puerto de aquel país o controlado por este (ej. Puerto Rico) o Surinam para neutralizar dicha subida. Si se pretendiera luchar de esta ineficaz manera contra el exceso de capacidad pesquera habría que alinear precios mundiales y fiscalidad con los países que la tienen más elevada que –¡Oh sorpresa!– son los de la Unión Europea.

Pero es que además el debate es absurdo porque ni siquiera hay consenso sobre cómo ha de medirse la capacidad pesquera. En principio existe esa sobrecapacidad cuando el tamaño de las flotas conduce a la sobreexplotación de las pesquerías, es decir que la capacidad ha de medirse sobre el estado de los recursos sobre los que actúa y no se puede por lo tanto plantear una solución a nivel mundial, porque no todos los stocks están sometidos a sobreexplotación. Por ejemplo, la capacidad pesquera de la flota europea está bastante controlada mediante el conocido sistema de TACs y Cuotas de capturas, aunque el sistema sea francamente mejorable. Entonces, ¿de qué problema estamos hablando y cómo influye el precio del combustible que es de los más caros del mundo? La capacidad de una flota pesquera es una función del número de barcos y de otros muchos factores, pero entre ellos el número de barcos es el más obvio.

Por eso, si de verdad se quisiera atajar de manera eficaz el problema de la sobrecapacidad habría que delimitar las flotas y los stocks sobre los que actúan, no deberían además existir pesquerías no sometidas a una disciplina en la Organización Regional de Pesca (OROP) pertinente y un largo etc. Desde luego lo primero que hay que hacer es limitar, como hace la UE el tamaño de las flotas e impedir su crecimiento. Yo estoy convencido es que se está gastando pólvora en salvas porque no hay valor para denunciar alto y claro el aumento desmedido de ciertas flotas asiáticas en el Atlántico Sur entre las que se encuentra China.

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