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Javier Guerra opinador

Vigo no puede quedar atrás

Es una realidad que Vigo no cuenta para el Gobierno de España y mientras, el alcalde de la ciudad, apunta su dedo iluminado hacia Santiago. Esta vez, casi literalmente, porque trata de convencernos de lo bueno que es que el tren rápido hacia Madrid tenga que pasar, sin parar, por la capital de Galicia. Está tan convencido de sus dotes de prestidigitador que cree que las personas van a entender, sin más, que la forma más rápida de llegar al sur es dirigirse al norte.

Vamos a decir las cosas claras. Caballero es un peón del Gobierno para fastidiar a Galicia. Porque gobernar en contra de Vigo es hacerlo contra la principal ciudad y motor económico de esta Comunidad. Y Caballero se presta a este juego. Lo demostró a ojos de todos como presidente de la FEMP dejando a los municipios sin posibilidad de gestionar una parte de los fondos europeos de recuperación. Caballero es la voz de su amo, y su amo no es la ciudadanía de Vigo como debiera ser, sino los intereses políticos del partido que co-gobierna en España. Cada vez es más evidente.

El alcalde de Vigo está convencido de que su estrategia de deslumbrar con leds a la ciudadanía evitará para siempre que puede verse que el emperador está desnudo. Él mismo se ha inventado el traje invisible y ha puesto en marcha una estrategia para rentabilizar la nada.

Estamos a punto de afrontar un periodo trascendental de oportunidades y cambios. La gestión de los fondos de recuperación y la previsible recuperación de la economía en Europa van a configurar una nueva realidad económica en la que los sectores productivos adaptados a la transformación digital serán los que establezcan los nuevos liderazgos.

Para Vigo es esencial avanzar en la modernización y adaptación de aquellos sectores en los que se parte en una situación de ventaja, como son la pesca, la automoción, la construcción naval… La industria, los centros tecnológicos y de investigación o la universidad están haciendo sus deberes.

Pero para aprovechar esta oportunidad es necesario que todas las administraciones se alineen en esta estrategia. Sin fisuras. Y el Ayuntamiento, como administración más cercana y vinculada a la ciudadanía, tiene que tomar una posición de liderazgo.

Los transportes y la movilidad son esenciales para acompañar a los sectores productivos en esta nueva etapa que estamos empezando. La salida del ferrocarril hacia el sur, el servicio de tren de mercancías en el puerto o el desarrollo del eje atlántico por el que apuesta Portugal son aspectos esenciales para la evolución que Vigo necesita.

Vigo no se puede conformar con que le anuncien las navidades con un año de antelación. No se puede resignar a ser una herramienta para batallas políticas que se deciden en Madrid o Santiago. Y eso es, exactamente, lo que está haciendo el alcalde. Señala a Santiago para culpar y baja la cabeza ante Madrid para obedecer. Vigo debe tomar las riendas de su destino y adquirir protagonismo en la nueva economía que se avecina. Una nueva economía en la que las luces led son arqueología.

La nueva economía requiere de una planificación adaptada al territorio. Debemos conocer las oportunidades que nos otorgan las tecnologías disruptivas para favorecer el desarrollo de nuestras fortalezas. No nos podemos quedar atrás cegados por la nada.

*Senador del PP por Pontevedra

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