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De los Black Stone a los Amigos de Blas

Albatros resultó providencial en la nueva vida de los Black Stones, grupo señero del pop pontevedrés. En realidad, su primera etapa resultó efímera, puesto que apenas duró un año y medio, entre 1969 y 1970, y pasó sin pena ni gloria. ¡Los puñeteros eran insultantemente jóvenes!

No fue otro que Javier Fernández, buen conocedor de todos sus integrantes, quien rescató al grupo de un cierto ostracismo, puesto que solo tocaban de tarde en tarde en Santiago. Entonces puso a su disposición el pub para ensayar de verdad y preparar una presentación por todo lo alto ante su público de siempre. La reentré ocurrió en 2006 y fue una gran fiesta.

Los Black Stones ofrecieron con su nueva formación dos conciertos memorables en Albatros y no faltó nadie; ni sus seguidores de antaño, ni sus amigos de entonces. El ave marina hizo de talismán y el pub registró dos llenos hasta la bandera. A partir de entonces, los Black Stones ya nunca dejaron de actuar y comenzaron a escribir su propia leyenda, hasta hoy mismo.

A poco de su reapertura, Albatros también sirvió de marco a la presentación de "Voy a más", el primer álbum de Amigos de Blas, otro grupo destacado del pop pontevedrés, con Robert Calvo al frente. Allí ofrecieron un pequeño adelanto de la gira promocional por Galicia durante aquel verano, que supuso su lanzamiento a la fama.

A lo largo y ancho de su segunda etapa entre los años 2004 y 2007, la parte musical prevaleció sobre la artística y no dejó de sonar casi hasta el último día. Del pop al jazz pasando por el folk, sus puertas siempre estuvieron abiertas para las formaciones más diversas.

Sin ánimo de efectuar una relación exhaustiva -que nadie se moleste por su ausencia- allí alcanzó su mayoría de edad el grupo Caruma, que hacía folk contemporáneo. Nacido en el barrio de O Burgo, y formado por cinco chicas y tres chicos, la extensa formación presentó sin complejo alguno sus propias composiciones, junto a algunos poemas de Rosalia de Castro y Ramón Cabanillas, a los que pusieron música ellos mismos con buen gusto.

Allí tuvieron su día de gloria Los Pechuguitas, un trío singular de universitarios pontevedreses, conformado por dos guitarras y un violonchelo, con un repertorio muy variado, de los Beatles a Silvio Rodríguez. Sin ninguna ambición profesional, lo suyo fue pasarlo bien mientras duró.

Quizá el último concierto que acogió Albatros tuvo como protagonista a Jazz For Fan, un grupo vigués de cuatro aceptables instrumentistas que encontró en Carmen Nogueira la vocalista que buscaba desde hacía algún tiempo. Aquel fue un debut muy especial de la joven pontevedresa, que daba clases de canto y preparaba el examen de Selectividad.

En fin, puede afirmarse que todos, los unos y los otros, encontraron el calor necesario en aquel pub irrepetible que forma parte por derecho propio de la rica intrahistoria de Pontevedra.

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