Si bien en un período de alarma sanitaria de 15 días las medidas a aplicar pueden ser más benévolas, cuando se trata de 45 o 60 días los planteamientos son totalmente distintos y muchas de aquellas medidas pasan a ser inaplicables o pueden tener efectos perversos. Por ejemplo, la medida estrella del RD-L 10/2020 , el permiso retribuido, para los trabajadores de aquellas empresas obligadas al cierre. Este permiso retribuido, desde el 29 de marzo al 9 de abril, no le va a ser descontado al trabajador y lo seguirá pagando el empleador, así como la Seguridad Social, permiso que según el R.D. se compensará en el futuro, antes del 31 de diciembre , con horas o con vacaciones.
¿Qué va a pasar si el período de alarma es de 60 días? ¿Se seguirá manteniendo este permiso retribuido, con la dificultad que entraña su recuperación, o habrá que recurrir a los ERTE por este nuevo período? Lo que va a suponer un atasco monumental en los Juzgados y un desembolso enorme para las arcas gubernamentales, al estar en las listas del paro gran parte de la población activa.
Por otra parte, las ayudas sociales impuestas por los socios de Gobierno suponen un elevado gasto, del que es difícil determinar su importe. Lo que está claro que el endeudamiento, en estos momentos en el 100% del PIB, y el déficit se van a disparar. Recordar que el compromiso con la UE es que el endeudamiento no puede superar el 60% del PIB, porcentaje que existía en el año 2007, pero que a partir de esa fecha no ha dejado de crecer hasta las cotas existentes, sin que los distintos gobiernos hayan puesto mucho interés en su reducción. Ahora España, al igual que Italia, pretende financiarse a través de los "corona bonus" con el aval de los países nórdicos. No lo van a tener fácil.
Mi criterio no es nada alentador respecto a la economía post-alarma. En principio tendremos incidencia de virus durante tiempo, lo que hace difícil que la gente, economía doméstica, recupere la confianza y todo lo perdido en este período, por lo que el tirón tan necesario en la economía no va a tener efectos muy positivos, y si a eso le añadimos que para las empresas no van a recuperar lo perdido en este período, la situación no puede ser más desoladora por lo que posiblemente, en mi criterio, que deseo estar equivocado, tardaremos mucho tiempo y con muchos sacrificios, en recuperar la situación que teníamos al inicio de este infierno.
En esta crisis, el Colegio de Economistas de Pontevedra y el Consello Galego, además de informar y asesorar a todos los colegiados en esta situación, han presionado ante la Xunta de Galicia para el aplazamiento de los impuestos que vencían en este período. La Xunta aplazó el pago de los impuestos de ITP, AJD y Sucesiones
Sin embargo, sobre la solicitud presentada ante Hacienda, con respecto a las declaraciones/ingreso de IVA y Retenciones, a presentar el próximo día 20, de momento no hubo respuesta. Respuesta que considero será negativa o el silencio, ya que Hacienda necesita imperiosamente el dinero y no va a dejar de ingresar estos sustanciosos importes. Es posible que aplacen el plazo para la declaración del IRPF, ya que los ingresos que suponen son de escasa cuantía, toda vez que Hacienda viene percibiendo el impuesto periódicamente a través de las retenciones.
Por último, otras de las peticiones del Colegio, que para evitar el cierre de empresas de muchos autónomos el Gobierno apruebe medidas que coadyuven en su continuidad: reducción de la S.S., reducción del IRPF, etc.
Quiero aprovechar estas líneas para mostrar mi enorme agradecimiento y el de mi Junta directiva, a todas aquellas personas, que incluso arriesgando sus vidas, están trabajando denodadamente en la ayuda de todas las personas que tanto lo necesitan.
*Decano-Presidente del Colegio de Economistas de Pontevedra