Atentos porque no os lo digo más, amados en el Señor. Entre el 19 y 24, o sea desde el jueves, y entre 2 y el 5 ya de 2020, tendréis que buscar algún hueco para conocer ciClicka. Si es de día visitando este creativo mercado en Velázquez Moreno, 44, antes un supermercado; si es de noche, gozando sus conciertos en la sala Mondo, todas ellas, entre el 20 y 24; o asistiendo a la fiesta desenfrenada del día 5 en la Master Club. Palabra de my dear Bego Arana y Javier H. Rodríguez. Este festival multidisciplinar, porque también lo es, nace del inconformismo de unas mujeres que están hartas de la institucionalización de la cultura, de la homogeneización del arte en nuestra ciudad. Como consumidoras habituales en el sector, saben de primera mano que es el riesgo que asumen pequeños locales y artistas lo que mantiene viva una oferta cultural vanguardista y alternativa que huye de los clichés contemporáneos. Por eso han creado ciCLICKa, para atender a las demandas de miles de vigueses y viguesas que siguen yendo, semana a semana, a museos, a cines, a salas de conciertos... y manteniendo aquel Vigo cultural vivo.
Yendo al grano "cicliko"
Pero con el ánimo de incluir también a todo tipo de vigueses, la propuesta del festival engloba un mercado de autocreación con 15 puestos de artesanía y más de 50 actividades que van desde la más familiar, a la más insurgente. Hay otro Vigo no tan mediático como el que se conoce en el resto del Estado que demanda diversidad y propuestas artísticas diferentes. En Velázquez Moreno, 400 m2 divididos entre mercado (de acceso gratuito) y zona de programación (que será de pago), ambos con servicios de hostelería. En la sala Mondo, conciertos varios y en la Master fiesta rompedora el 5: "Noche de reinas". Entradas www.woutick.es/?busqueda=Ciclicka
La felicidad de los perros
Hace dos meses nos emocionamos con O que arde, de Oliver Laxe. Hace dos semanas se estrenó Longa Noite, de Eloy Enciso, alabada por la crítica especializada, y que aún estará hasta el viernes en cines Norte. Y en estos Norte, ese reducto de resistencia del buen cine independiente, también podemos ver por fin un filme del que ya hablé en su momento, La felicidad de los perros, de David Hernández, que tras un llamativo recorrido por festivales y varios premios a mejor película, por fin puede verse en Vigo, la urbe que le sirvió de plató e inspiración. Se trata de una historia de un antihéroe que busca trabajo sin éxito en una ciudad obrera en paro colectivo, situación que lo empuja a una crisis personal seguida de una huida desesperada de su propia familia. La fotografía, en blanco y negro y muy personal, nos recuerda que Hernández es director de fotografía. Una película de gran calidad y verosimilitud que por conocer yo al director sé que se hizo con presupuesto cero y sin ayudas institucionales, pero el apoyo de muchos profesionales que creyeron en ella, como su incondicional Alex Penabade, realizadora, o la productora Analía Alonso. Y que cuenta con actores experimentados ya reconocidos como Fran Paredes, Deborah Vukusic, Santi Prego, Isabel Navarra, Mariana Carballal. Acudamos al cine, de nosotros depende que esta primavera del cine gallego no sea un espejismo .
