Hace algunos años, los comerciantes de Reino Unido se dieron cuenta de que la invasión de grandes cadenas de distribución y centros comerciantes estaba creando "ciudades clónicas". Las ciudades estaban perdiendo identidad y atractivo, se estaban igualando las unas a las otras.
Por eso me gustaría empezar esta reflexión señalando que una ciudad hermosa debe mantener la identidad de su paisaje urbano, una identidad de la que forma una parte esencial el comercio local. Cada vez que cierra un pequeño comercio familiar estamos perdiendo esencia, estamos siendo menos Vigo. Desde Fecovi mantenemos una apuesta clara por la defensa de este modelo de negocio. Si desde las Administraciones públicas no se hace así, además, estarán yendo contra corriente.
Debemos lograr que no se sigan potenciando políticas que provocan el cierre de los pequeños comercios regentados por familias de Vigo. Desde luego, con respecto a los centros comerciales, que hoy causan un enorme daño inmediato a los pequeños comerciantes, que incluso les obliga a abandonar la actividad, y que, en el fondo, no son más que grandes operaciones especulativas que nos dejarán en la periferia la estampa de grandes naufragios. Además, el Vigo industrial y productivo está dedicando suelo de sus polígonos industriales a la implantación de grandes superficies que dañan al comercio local, cuando hay proyectos generadores de empleo que necesitarían poder estar allí.
Debe haber, además, un equilibrio, para evitar la concentración en el centro de la actividad comercial mediante promociones que solo benefician a quienes tienen allí sus establecimientos. Por lo general, son cadenas internacionales cuyos beneficios se escapan a miles de kilómetros.
*Presidente de Fecovi
