Ayer hablé del veterano escultor Julio César Flores y de las hermosas piezas que va esculpiendo a sus más de 70 años y de cuyo proceso nos va haciendo partícipes por el wasap. Hoy hablo de otro artista, más veterano que él aunque sea un eterno joven, al que a sus más de 80 tacos le está dando también por utilizar esta vía de comunicación para hacernos saber lo que va ideando con sus pinceles: el pintor Secundino Diz. ¿Quién no ha visto cuadros de Diz en lugares tan accesibles como los bares o en casas de amigos? A Diz lo conocí con el periodista Paco Gómez Soto hace decenas de años y desde entonces no le he visto perder el buen humor por muchas situaciones límite que pasara -que las pasó- sin acudir a un solo Trankimazin aunque no voy a negar su frecuente uso del cubata de ron. Diz es un gran pintor al que hace poco le dio por escribir hasta un libro pero desde hace un año al menos me llegan por wassap -como del escultor Flores-- no solo lo que va pintando con el único ojo que le queda, sino imágenes incluso de su última afición, que es caminar en grupo paisaje a delante, o sea senderismo. Ahora está pintando su Gioconda y tiene una tesis al observar sus rasgos originales: que la modelo era en realidad un modelo, o sea un pícaro mozuelo.
¿El voto de los discapacitados?
"A reconquista do dereito ó voto das persoas con discapacidade". Ese es el título de la charla que podréis escuchar hoy mismo si vais a las siete y media de la tarde a la Sala-Hemeroteca da Escola Municipal de Artes e Oficios de Vigo. Claro, allí estará el miembro del Instituto de Estudios Vigueses Jacinto Lareo, escoltado para presentarlo por Concepción Somoza, Patrona de la Fundación Sálvora y Gerente de la Asociación de Familias de Personas con Parálisis Cerebral (APAMP). Interesante tema porque hablarán sobre cómo, por vez primera en el Derecho Electoral español, queda abierta la posibilidad de que las personas con discapacidad intelectual puedan ejercer el derecho de voto en los próximos comicios
Una boda en el concello de Oia
El otro día tuve que asistir a una boda en Santa María de Oia, que ofició excelentemente la alcaldesa Cristina Correa, una política de las nuevas generaciones del PPdeG. Hermoso espectáculo el que se divisa desde la sala de Plenos de este Ayuntamiento, que yo creo que pronto se someterá a una votación popular para elegir escudo o bandera, o ambas cosas. Allí conocí a Yago, creativo de Susiflor, diseñando el escenario floral. Los músicos eran de Musiclásicos, venidos de Pontevedra a propuesta de Felipe Estévez, promotor del conservatorio Mayeusis: un piano y violín excelentes.
Que acabó en Casa Henriqueta
Y claro, luego bajamos a picotear a Casa Henriqueta, en la vertiente marítima del pueblo, el restaurante de Esteban Dantes. Allí nos sentaron en mesa cuadrada a unos 30, con chimenea encendida y vistas al levantisco mar y al monasterio del lugar mientras comes entre paredes de piedra desde las empanadas hasta el cabrito de la zona, con el vino de la casa, Mosén Anselmo. Me dicen que tienen opciones vegetarianas y hasta veganas pero yo no quise ni probarlas, y preferí entre otras cosas unos ricos berberechos, unas sabrosas zamburiñas y un cordero da Serra da Groba, con un blanco de la casa que cultiva el propietario y un tinto Heraclio Alfaro y unas vistas al monasterio y mar batiente incomparables.
