Faro de Vigo

Faro de Vigo

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Cerrar una fábrica como la de Ence sería un golpe para Galicia

Cerrar una fábrica como la de Ence en Pontevedra sería un gravísimo golpe para Galicia. No sólo para Ence, no sólo para Pontevedra, no solo para nuestro sector forestal. Para toda Galicia.

Los que trabajamos en la madera lo sabemos bien: Ence es uno de los pilares fundamentales de nuestro sector por el valor y la actividad que genera. Una actividad enfocada a satisfacer las necesidades de nuestra sociedad, de una forma cada vez más amplia y diversa, y llamada a través de la bioeconomía, a generar cada vez más valor ambiental a través de la sustitución con celulosa y lignina de muchos productos basados en petróleo. Bruselas fijó 2050 como fin de la era de los combustibles, y cerrar una fábrica como la de Ence no ayuda desde luego a tener alternativas. Es algo que debería hacer rectificar a nuestro Ministerio de Transición Ecológica en su abandono de Ence; hasta hace unos días, defendía la total legalidad de la prórroga.

Recientemente podíamos leer en este medio un editorial titulado "Salvar el campo gallego es ponerlo a producir", en el que se defendían políticas para movilizar el territorio y luchar contra el abandono. Este abandono es lo que todos los expertos consideran el principal factor de propagación de los incendios. No puedo estar más de acuerdo. Pensar en cerrar la planta de Ence es todo lo contrario: es castigar severamente al rural, es bloquear a los propietarios forestales y selvicultores activos que cultivan eucalipto (18% de toda la madera que se corta en Galicia va para la fábrica de Pontevedra), es dar un mazazo a las empresas de selvicultura, aprovechamiento y transporte de madera y poner en aprieto a muchos que se han endeudado seriamente para comprar su procesadora o su camión.

El posible cierre de la fábrica de Pontevedra genera angustia y preocupación en muchas familias que dependen de una actividad que irresponsablemente se amenaza sin darles ninguna alternativa. Es una agresión ante la que no podemos quedar callados. Confiamos en que los mismos partidos que se han puesto al frente de la manifestación por la continuidad de Alcoa, nos acompañen en las movilizaciones masivas que todo el rural organizará en defensa de Ence.

No sólo se desampara la defensa del empleo - como si cinco mil empleos se reconstruyeran en un par de días - y se genera una enorme inseguridad jurídica. No me meto tampoco en el invierno demográfico que sufre Galicia.

Ojalá hubiera más empresas así, porque Galicia tiene potencial para alimentarlas y generar más riqueza y empleo en este sector.

En Galicia podemos presumir de tener unas condiciones excepcionales para la producción forestal, y estamos muy bien posicionados para atender las enormes demandas europeas de productos basados en madera previstas en el marco de la bioeconomía. Para 2030 se estima que habrá un déficit de madera en Europa de 300 millones de metros cúbicos al año. Se trata de 30 veces lo que hoy se está cortando en Galicia, que es una de las mayores potencias europeas en producción de madera, con una cadena de valor envidiable por cualquiera. Esta noticia socava sus bases, y tendrá un impacto enorme, difícil de predecir. Cuando uno destruye un eslabón de la cadena, toda la cadena se resiente.

Por eso desde la Asociación de Empresarios de la Madera de Lugo respaldamos la continuidad de Ence por muchos años. Por Galicia.

*Presidente de la Asociación de Empresarios de la Madera de Lugo.

Compartir el artículo

stats