Que una factoría como el astillero de NODOSA es una bendición para el empleo no tiene ningún tipo de discusión. En realidad no importa mucho de dónde son los trabajadores que laboran en la factoría porque la generación de riqueza se expande por la comarca e incluso más lejos de sus hipotéticos límites. Pensar de otro modo es ver solo el dedo que señala a la luna y no ver a la luna misma. El trabajo en esta factoría necesita de operarios cualificados que conozcan perfectamente su trabajo y las técnicas que lo hacen mas seguro y efectivo. La preparación y el conocimiento es bien para los trabajadores, para la empresa y para los clientes por paralelas razones de seguridad, de negocio y de calidad. Y en Marín tenemos una ejemplar escuela taller en el mismísimo puerto. Se llama "A Aixola" y fue creada para promocionar los oficios relacionados con el mar. Allí se formaron cientos de jóvenes y menos jóvenes en especialidades de carpintería de ribera, poliéster, velamen de barcos y un sinfín de ofertas de promoción que, a muchos, les facilitó primero el conocimiento y luego el acceso a puestos de trabajo cualificados. Ahora, con el auge de labor en NODOSA, se necesitan obreros de calidad, soldadores, por ejemplo, y sería el momento de aprovechar la escuela taller para formar nuevos valores en tan delicado oficio. Pero ¡Ay, que pena! La "Aixola" está cerrada hace años. ¿Hay alguien ahí?.