El lío del Puerto

Y vuelve de nuevo la matraca del problema del Puerto de Marín que algunos se empeñan en desmantelar sea como sea, como si fuese tan fácil y la situación económica de este país permitiera tal dislate. Ahora, en un nuevo capítulo de esta negra historia, se anuncia la designación de un ingeniero que perite el conflicto y que acabe señalando de una vez por todas cuáles son esos 300.000 metros cuadrados que algunos quieren eliminar llevándose por delante, además, a empresas que dan sustento a cientos de trabajadores. Y vendrá el perito y dictará el informe luego de hacer un estudio muy completo, que fácil no le será ya que con estas dudas llevamos una década y ha quedado claro que nada está claro, valga la expresión redundante. Imaginemos que por fin, el señor ingeniero acabe por encontrar los 300.000 metros cuadrados que multiplicados por catorce de profundidad hacen la nada despreciable cantidad de cuatro millones y medio de metros cúbicos de tierra, además de los muros (enormes cajones de hormigón armado) que, desde el fondo del mar, llegan a la superficie que no son poca cosa. Asimismo, el técnico, cosa que también se le pide, valorará el impacto medioambiental, económico y social que tendría semejante retirada de rellenos y me da la espina que se impondría, al capricho de algunos, el sentido común de quienes deciden porque, la "sopa" sería mucha y la indigestión ¡la leche!

Astillero