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Tribuna libre

El Padre Feijóo, un ourensano de la Ilustración

De nombre completo Benito Jerónimo Feijóo y Montenegro, el benedictino gallego conocido popularmente como Padre Feijóo había nacido en la localidad de Casdemiro (Ourense) el 8 de octubre de 1676, y fallecido en la ciudad de Oviedo el 26 de septiembre de 1764, a la edad de 88 años. En 1688 ingresó en la orden benedictina en el monasterio de Samos. Antes estudió en el Real Colegio de San Esteban de Ribas de Sil y en Allariz, pero además en los monasterios de Lérez, Poio y el propio de Samos, y en la Universidad de Oviedo, todo lo que pudo hacer por pertenecer a una familia de la nobleza gallega. Desde 1709 residió en la capital asturiana hasta su muerte, acaecida en 1764. Allí fue lector de Artes y profesor de Teología en la universidad ovetense, y también abad del Colegio de San Vicente. Anteriormente había residido de una forma habitual en Galicia, a excepción de tres años en el monasterio benedictino de Salamanca y otros tres en el de Eslonza (León). En 1726, llegado a la plena madurez de su pensamiento, empezó a publicar los discursos del Teatro crítico universal o discursos varios, hasta 1760, en que se publicó el octavo y último volumen. Los cinco volúmenes de sus Cartas eruditas y curiosas se publicaron entre los años 1742 y 1760.

Gran conocedor, gracias a sus lecturas, de la cultura europea de su tiempo, de los escritores ingleses y franceses, y, entre ellos, Bacon, Newton, Hobbes, Descartes, Bayle, Fontenelle, St. Aubin, Fenelon y Malebranche. Y ello, a pesar de la frecuente impuntualidad con la que por correo recibía las obras, tal como se lo comenta en 1739 a su amigo el Padre Sarmiento, al decirle "La inmensa tardanza de los libros de Francia me hace mucho daño". De todos ellos recibió numerosas influencias, especialmente del empirismo baconiano y el racionalismo cartesiano. Varios pensadores españoles reconocieron en su día el valor de las ideas renovadoras del Padre Feijóo, que marcaron de forma profunda el siglo XVIII español y contribuyeron a comprender mejor en su conjunto este siglo, pues el Padre Feijóo fue sin duda una figura de capital importancia en nuestro periodo de la Ilustración. Y así lo señalaron con sus palabras. Caro Baroja escribió: " El Padre Feijóo es testigo y testimonio de una mutación cultural". Por su parte, la Pardo Bazán dijo: "El siglo XVIII español debiera llamarse el siglo de Feijóo". Gregorio Marañón indicó: "Fue el más genuino representante de la crítica enciclopedista del siglo XVIII" y, finalmente, Domínguez Ortiz señaló que "La influencia intelectual de Feijóo fue mayor que la de cualquier otro escritor de aquel siglo".

Con el bagaje cultural que poseía, gracias a sus numerosas lecturas, su curiosidad e inquietud intelectual innatas, llevaron a mover su pluma al contrastar la penuria cultural española y señalar en sus múltiples escritos como progresaban en el extranjero la física, la anatomía, la geografía, la historia natural o la educación, "mientras nosotros - dice en sus Cartas Eruditas -, nos quebramos las cabezas y hundimos a gritos las aulas sobre si el ente es unívoco o análogo, si transciende las diferencias, si la relación se distingue del fundamento, etc." A través de sus escritos, numerosos y variados, reunidos en el Teatro Crítico (118 discursos) y en las Cartas Eruditas, lleva a cabo un trabajo de carácter esencialmente divulgador y pedagógico, con la intención clara de "deshacer errores del vulgo" y de curar los males de España, postrada especialmente en el campo de la cultura. Con tal filosofía y, desde su admiración por el pensamiento europeo, muestra en sus escritos un grande interés por todo lo positivo, defiende la experimentación encauzada por el razonamiento, critica el razonamiento escolástico, apoya los estudios técnicos, fustiga el sistema pedagógico dominante, defiende la naturalidad y las nuevas ideas, propone la confianza en el hombre y la posibilidad de mejora material y moral, propugna los estudios técnicos especialmente en la medicina y en la agricultura, defiende los métodos científicos y experimentales, privilegia la comprensión y la intuición frente a la memorización, habla de formación realista y utilitaria, defiende el estudio de la física y de las matemáticas frente al estudio de la lógica y de la metafísica, presenta el lema "observa, experimenta, razona" para "formar la razón de los hombres" de su patria, somete a crítica los métodos de enseñanza dominantes, de trabajo y de pensamiento, mostrando en la variedad de los asuntos y temática tratada una clara voluntad enciclopédica, didáctica y pedagógica, utilizando para ello un lenguaje de ensayo claro y preciso. En la crítica que hace a la enseñanza española va exponiendo sus supuestos pedagógicos: a) una enseñanza desde la razón, que privilegie la metodología científica y experimental frente al principio de autoridad y los prejuicios filosóficos; b) una educación que use la experiencia y que impulse el entendimiento, la comprensión y la intuición en contra de la memorización y de los saberes no prácticos; y c) el método de la naturaleza, escapando de la lógica de los aristotélicos y los escolásticos, dando importancia a la evidencia experimental como punto de partida para todo ulterior razonamiento, practicando la observación y la experimentación sobre la realidad natural. Porque según él no hay mayor magisterio que el de la experiencia.

Feijóo fue un hombre de su tiempo, si no español sí europeo, contribuyendo por la crítica de su entorno y por las propuestas que realiza, al nacimiento de la Ilustración Española y de la contemporaneidad. Por ello, J. Sarrailh llegó a decir, no sin acierto, que "Ya hacia 1725 se ha abierto paso una actitud completamente nueva en el campo de las ciencias gracias al Padre Feijóo". Que perteneció a la primera etapa de la Ilustración, desarrollada en la primera mitad del siglo. De carácter receptivo y crítico sobre todo, dentro de un ambiente intelectual caracterizado por cierta atonía, a través de las lecturas y tertulias fundamentalmente, las nuevas orientaciones de la filosofía, la física experimental, la medicina y los conocimientos prácticos. Primera fase de la Ilustración simbolizada en el padre Feijóo, aunque también hubo núcleos ilustrados en Levante, Madrid, Cataluña y Andalucía. Momento en el que se incrementó notablemente el número de libros de física y ciencias naturales, y se suscitaron las primeras controversias entre modernistas y tradicionalistas. Y se pusieron las bases del segundo periodo de la Ilustración en España, en el que destacaron especialmente, con la libertad de Carlos III, Jovellanos, Campomanes, Mayáns y Siscar, Pablo de Olavide, Floridablanca y Sarmiento.

Podemos considerar el Padre Feijóo como nuestro primer gran pensador, con una obra inmensa, que abarca la más amplia y variada temática y además es un innovador y nuestro primer grande ilustrado. Casi podemos decir que le interesan todos los temas, como los de una enciclopedia, y de casi todos ha dado sus lúcidas opiniones. Tomando como base el gran magisterio de la experiencia y la intuición sensible, que muy bien expresó con aquellas palabras: "Son los ojos el órgano común del desengaño, y los oídos del embuste...Si todos los objetos fuesen visibles y estuviesen en proporcionada distancia, deberíamos apelar continuamente del informe de los oídos al de los ojos. Ver y creer, dice el adagio, y dice bien en cuanto es posible la práctica". Es este un texto recogido de su "Regla matemática", escrito en el volumen 1 de su Teatro crítico. Por esta razón, al Padre Feijóo le interesan todas las Ciencias Naturales, la Biología y la Tecnología, y, muy especialmente, la Geografía, la Náutica, la Mecánica, la Astronomía y la Óptica. Pero también la Medicina, tema sobre el que investigó sus opiniones el gran médico español Gregorio Marañón, que publicó en 1934, en Espasa-Calpe, un libro muy interesante titulado Las ideas biológicas del Padre Feijóo. Además se preocupó por la Historia y su adecuado estudio y enseñanza, otro tema en este caso estudiado por Alberto Vilanova, que llegó a publicar un amplio artículo, con el título de "Notas para una historiografía feijoniana", en Galicia-Revista del Centro Gallego de Buenos Aires, nº 538, julio-agosto de 1964. Siendo crítico como fue para el método de enseñanza predominante en las escuelas de su tiempo, también se preocupó por la educación, su innovación y su mejora. La mayor investigadora de esta faceta del Padre Feijóo fue la catedrática de Historia de la Educación de la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad Complutense Ángeles Galino Carrillo, que publicó su estudio en el libro Textos pedagógicos hispanoamericanos, editado en el año 1968. Nuestro Otero Pedrayo, en 1972, dio a la luz una monografía muy completa sobre la vida y obra de Feijóo, con el título de El Padre Feijóo. Su vida, doctrina e influencias, que fue editada por la Diputación Provincial.

Por si esto fuera poco, al Padre Feijóo también le interesó mucho el tema del Derecho y las ideas jurídicas, siendo un gran adelantado en esta temática, presentando opiniones jurídicas que incluso son innovadoras en el día de hoy. En 1952, M. Casás Fernández publicó en Coruña un libro titulado El Padre Feijóo y la Justicia. Sin embargo, el actual mayor investigador y estudioso de esta faceta feijoniana es el catedrático jubilado de la Facultad de Derecho de Ourense Luis Rodríguez Ennes. Él que, en 2013, en la editora Dykinson de Madrid, publicó el libro titulado E l P. Feijóo y el Derecho de su tiempo: una visión premonitoria de problemas candentes en la actualidad. En esta interesante obra aparece el núcleo de la reflexión jurídica de Feijóo en el ámbito del Derecho penal, tema que ocupa el capítulo más extenso del libro. Pero también aparecen en otros capítulos temas como la tortuosa tramitación de los procesos, la organización judicial, el derecho de propiedad, el antirromanismo propio de aquella época y hasta el tema de los derechos de la mujer. El autor analiza de forma equilibrada la figura de Feijóo, sus reflexiones sobre el Derecho penal de su tiempo, y completa su libro con una tabla de abreviaturas, un exordio, una introducción y una biografía de Feijóo, estudiando el contexto político e intelectual en que se desarrolló su vida. Comenta también que el Padre Feijóo, sin embargo, no llega a los niveles de modernidad del Padre Sarmiento, su amigo, también benedictino, opuesto a la pena de muerte o al empleo de tormentos en la instrucción.

(*) Educador social y animador cultural.

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