La diputada del PDeCAT Lourdes Ciuró no es de las que ceden a sus impulsos bárbaros, pero el martes no se pudo contener. Le hizo un corte de mangas a Toni Cantó, de Cs, mientras éste proponía desde la tribuna quitarle el sueldo, a ella y a sus correligionarios, por pirar sesiones y sesiones.
"Lo he pensado, pero es lo que se merecía, por su falta de respeto", dijo la pedecatera de su feo gesto al ciudadano-actor.
La presidenta del Congreso, Ana Pastor, se lo recriminó ayer con cara de malas pulgas. La exministra prometió que mantendrá libre la Cámara baja de "contaminaciones", "espectáculos" y "gestos y palabras ofensivas". Fue una bronca en toda regla.
Claro que Pastor no lo decía sólo por Ciuró, pobre, que apenas dejó asomar su exabrupto por encima del escaño, sino también porque diputados de Unidos Podemos y el PDeCAT exhibieron carteles pidiendo la inmediata excarcelación de "los Jordis".
Les llamó dos veces al orden, y como estuviera al caer la tercera, que habría supuesto su expulsión del hemiciclo, depusieron su actitud. Quién sabe si por el miedo que Pastor les infunde, o porque después de hacer pellas para seguir el "procés" en directo (esto sólo los catalanes), la expulsión, efectivamente, les habría privado de parte del salario.
Lo de cobrar, por lo visto, siempre prevalece. Aunque los dineros provengan de un Estado "represor".
