Se están cumpliendo las expectativas de crecimiento de la economía y eso es una muy buena noticia, pero las incertidumbres y las desavenencias políticas contribuyen a dudar si este crecimiento será sostenible. En cualquier caso, paliar los efectos cíclicos es uno de los problemas más importantes de la política económica y creo que debemos reflexionar sobre lo que esto está suponiendo.

Los vectores que están incidiendo en el crecimiento son una combinación de elementos que pocas veces se dan de forma tan bien asociada, como son un período importante de disminución estructural de los precios de petróleo, una pervivencia inusitada de costes bajos del dinero, una inflación controlada, el incremento de las exportaciones ya no solo por el posicionamiento del euro respecto a otras monedas, sino también a la competitividad alcanzada en los productos exportados, los efectos de la reforma laboral, flexibilizando la contratación y conteniendo los costes laborales, la incidencia del incremento de la demanda interna, la masiva visita de turistas extranjeros a nuestro país, la aplicación de una política equilibrada de gasto público, la incorporación progresiva e imparable de innovación tecnológica en nuestros procesos de producción de bienes y servicios y otros factores está permitiendo que seamos el país de más crecimiento en la Unión Europea.

Pero ganar el partido no es ganar la liga, ni siquiera estar en los primeros puestos de cabeza garantizan la sostenibilidad del juego, ni por supuesto permite ganarla. Creo que Galicia está en unas óptimas condiciones para enfocar su próximo futuro, con optimismo, creyéndose lo que está haciendo y perseverando en las buenas prácticas.

Los últimos datos que comparan el resultado actual con los de antes de la crisis, demuestran que la productividad mejora debido a que con menos recursos hemos obtenido niveles superiores del PIB. Es verdad que continuamos adoleciendo de problemas que enturbian la visión optimista que describo. Los puestos de trabajo están más precarizados, los niveles salariales son muy mejorables, la población activa en relación con la población que vive de pensiones y subsidios se muestra a todas luces insuficientes, los costes del envejecimiento de la población están creciendo de forma que requerirán soluciones muy difíciles de adoptar sin producir grandes desequilibrios financieros y un buen conjunto de problemas socio-económicos que deberemos abordar con consenso e inteligencia que requiere el acuerdo y visión política a largo plazo.

*Economista