Pues llegó el Entroido que, en buena lid, sería siempre diversión y alegría salvando situaciones de irreverencia propias de estos festejos de siempre, más o menos intensos según épocas. El programa preparado por el Concello, siguiendo el camino iniciado en tiempos de la concejala Margarita Fariña, que ya llovió, es completo y atractivo sin salirse del guión ya tradicional y a partir de ahí, será la participación, el buen humor, el irrespetuoso respeto y el lacón, las "filloas" y las "orellas" lo que den sabor a estos carnavales. Es difícil evitar las cosas que pasan en estos cinco singulares días del año pero hay cosas que sí se debería tratar de eliminar, como la mala costumbre, absurda, por otra parte, de lanzar huevos y harina en determinados momentos del Entroido como por ejemplo, el martes por la mañana tras el "merengazo". Es algo que nada tiene que ver con nuestro Carnaval aunque sea más tradicional en otros lugares y, a los mozalbetes que practican esta "diversión" alguien tendría que explicarles que, por mucho Entroido que sea, es una falta de consideración el romper docenas de huevos y tirar kilos y kilos de harina, cuando hay muchas casas donde se pasan dificultades alimentarias. Solo deberían reflexionar sobre lo que podrán estar pensando quienes están en esa precaria situación cuando ven semejante como absurdo despilfarro. Solo es una cuestión de conciencia? y de educación.

Peligro y desidia