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la mirada

Independencia morada

| Un tuit desde Galicia. "No hay nada por encima de la unidad cuando nos jugamos el cambio en Galicia. Podemos estará con En Marea sea cual sea la fórmula". Este tuit publicado por Pablo Iglesias a las 23.22 de la noche del 12 de agosto, 38 minutos antes de que expirara el plazo para presentar coaliciones a las elecciones del 25-S, fue el anuncio de que el partido morado se plegaba ante sus socios (Anova, mareas locales y EU) y aceptaba diluirse en el nuevo partido, En Marea, y renunciaba a la coalición electoral y a tomar las riendas de la misma. El mensaje en las redes sociales de Iglesias evidenciaba algo más: el centralismo de la nueva formación, donde todas las decisiones han de pasar por Madrid. Andalucía y ahora Galicia quieren ponerle coto, caminando hacia una estructura federal, donde las organizaciones autonómicas tengan mayor margen de maniobra e independencia. Ya en agosto sentó mal entre las bases de Podemos en Galicia, y a más de un dirigente, que el anuncio de la integración en En Marea lo lanzara Iglesias, que aparecía tras una jornada de infarto con negociaciones y rupturas de negociaciones, como el salvador. Con su irrupción, parecía desacreditar la labor de Carmen Santos, pero también la de Carolina Bescansa y Pablo Echenique, sus emisarios de Madrid que aterrizaron en Santiago para intentar sin éxito torcer el pulso de sus socios en la confluencia e imponer la coalición. El objetivo de Carmen Santos es que no vuelva a pasar que un tuit del jefe de Madrid desde su lugar de vacaciones dicte el futuro de la organización en Galicia. Qué nadie vuelva a preguntarse para qué hay una dirección autonómica, si para negociar y tomar decisiones tienen que llamar a Madrid. Así, reclamará plena autonomía y baraja el modelo del PSC en sus relaciones con el PSOE. No es la primera en demandar un cambio en las relaciones con el partido en Madrid y su argumento tampoco es nuevo. Si el partido morado defiende que España es un Estado plurinacional, ¿cómo no va a organizarse la formación a imagen y semejanza del país? Teresa Rodríguez, en Andalucía, ya ha dado un paso adelante y ha comunicado a Pablo Iglesias su intención de constituir un partido "autónomo y federado" con estatuto, censo, CIF y recursos propios. Ahora Carmen Santos se propone seguir sus pasos. Iglesias ya saludó la iniciativa andaluza, que obligaría a mudar los Estatutos de Podemos, como "una buena noticia", lo que da alas a Galicia. Por su parte, Íñigo Errejón declaró: "Tenemos que ir adoptando un modelo organizativo que vaya siendo más federal o confederal, tenemos que avanzar hacia la descentralización". Santos puede ser optimista. ¿Por qué? Porque Teresa Rodríguez y ella juegan su carta en plena guerra de poder de Pablo Iglesias e Íñigo Errejón, y ambos buscarán aliados y, en consecuencia, estarán dispuestos a cesiones.

| Cuestión de sueldos. Hace un mes se constituyó el Parlamento de la X Legislatura, los diputados ya asistieron a su primer pleno ordinario esta misma semana, Alberto Núñez Feijóo ya nombró Gobierno hace dos semanas, pero los 14 parlamentarios de En Marea aún no saben cuánto van a ganar. Llama la atención. O se lo toman con mucha calma o no se ponen de acuerdo. A los socios de la segunda fuerza con más votos en O Hórreo les cuesta tomar una decisión de cuánto se quedarán los diputados, y cuánto irá a financiar la organización, sobre todo a qué organización, ¿solo a En Marea o a Anova, o a Podemos, o a EU, o a todos...? Los diputados de En Marea militan en diferentes organizaciones pero se presentaron bajo la marca de En Marea, ¿a quién deben fidelidad económica? Un parlamentario raso en Galicia gana en torno a 4.800 euros al mes: una asignación fija de 1.942,95 euros, 280,91 por gastos de representación y 2.587,39 euros de cuantía mensual fija para afrontar los gastos de alojamiento y manutención que origine su actividad. Es mucho dinero, pero tanto, ¿cómo para que a estas alturas no hayan tomado una decisión? A los diputados de Podemos en el Congreso, incluidos los gallegos, no les costó tanto decidir: cobran tres veces el salario mínimo interprofesional. En Galicia, el debate interno se vio entorpecido por la petición del portavoz, Luís Villares, de tener secretario, chófer y una compensación económica por los meses que no cobró salario alguno, al dejar la Judicatura y no tener escaño todavía en el Parlamento. Pero apagada la polémica, sorprende la indecisión de En Marea. ¿Tensiones en la confluencia?

| Confianza. Primero engordó su cartera de competencias, con Empleo. Fue en la remodelación de Gobierno que practicó Feijóo tras las elecciones municipales de 2015. Y ahora, asume la responsabilidad sobre la industria forestal, en detrimento de Medio Rural. El conselleiro de Economía, Emprego e Industria Francisco Conde, gana protagonismo en el Ejecutivo gallego. La redistribución de competencias tiene su lógica, en la legislatura que Feijóo prometió será "la del rural". El presidente de la Xunta se ha fijado como reto para su tercer mandato que el sector agroalimentario y el forestal sean "piedras sobre las que sustentar una mayor industrialización de Galicia". El calado de las políticas que encarga a Conde demuestran que la confianza de Feijóo en su conselleiro de Economía es máxima. Es un valor en alza, aunque el líder del PPdeG rehuya las interpretaciones en clave sucesoria.

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