Digna de elogio es la oferta de ocio que se ha hecho a los niños durante todos los días de las navidades libres de temporales. Las carpas de la alameda registraron concentraciones de unos y otros acompañados de sus mayores que disfrutaron de una variedad de entretenimientos que han ayudado y mucho a llenar el tiempo de las vacaciones sacándolos a la calle y apartándolos de las televisiones y otros entretenimientos más modernos pero más nocivos para ellos. Eso sí, se echó de menos al tren de la navidad que recorría las calles de Marín con gran algarabía de chiquillos y mayores, aunque se intentó paliar su falta con una caravana de ciclosciles que también fue muy utilizado pero con menor ilusión que si el recorrido fuese en el tren. Claro que la razón de este cambio podría ser la económica, teniendo en cuenta que las actividades son de disfrute totalmente gratuito, y ante ese argumento, poco tenemos que decir pero no podemos dejar pasar el reflejo del sentimiento del noventa y nueve por ciento de las familias a las que les gustaría la vuelta del tren el próximo año. Sea como sea, el plan navideño de animación infantil ha sido muy bueno y el concello merece por ello una sincera felicitación.
