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En tiempo de turbación no hacer mudanza: cerrando filas

La famosa frase de "en tiempo de turbación, no hacer mudanza" es de San Ignacio de Loyola y es una de las muchas normas de comportamiento que él dio a la Compañía de Jesús. Naturalmente me refiero a los resultados electorales del PP y a ciertas actitudes que estamos viendo en estos días. Los resultados no son los esperados pero eso no quiere decir que no haya quien, a pesar de los pesares, los haya cosechado bastante peores aunque se empeñe en no darse cuenta. Es verdad que estos resultados producen una lógica inquietud, y estando totalmente convencido de que habrá que analizar y tomar las medidas oportunas, ello no quiere decir que haya que hacerlo a tontas y a locas y dando gritos por todo el patio del colegio. San Ignacio había sido militar y entendía que en momentos difíciles o problemáticos hay que mantener la cabeza muy fría por eso recomienda no hacer mudanza cuando la cabeza está caliente. También la expresión de "cerrar filas" viene del ámbito militar, de la época cuando se combatía en "orden cerrado", es decir, cuando mantener la formación y las filas era esencial para la victoria y esta manera de combatir fue la norma hasta bien avanzado el siglo XIX cuando las nuevas armas desaconsejaron el orden cerrado, pero el orden siguó siendo básico. De esta manera cuando una descarga del enemigo abría brechas entre las filas y muchos caían, lo correcto era precisamente cerrar filas, es decir juntarse de nuevo y rehacer la formación y atacar pero los mandos, sobre todo, tenían que mantener la sangre fría y la compostura en el combate dando ejemplo a los combatientes.

Dentro de unos días se van a cumplir 200 años de la batalla de Waterloo que principalmente se perdió porque el ejército de Napoleón, al ver que la Vieja Guardia reculaba, se desordenó y al grito de sálvese quien pueda, echó a correr en todas direcciones, siendo así presa fácil de la caballería prusiana y sufriendo la destrucción total. Si hubieran cerrado filas y aguantado, la historia hubiera sido muy distinta, ya que la batalla estuvo muy equilibrada hasta el último momento: fueron el desorden y la indisciplina los principales enemigos del ejército francés. En política pasa lo mismo y sin negar que haya que analizar serenamente los motivos por los que los votantes están enfadados con el Partido Popular, para actuar con firmeza y sin histerias, para aguantar el envite y ganar la batalla final, lo más desaconsejable son estas actuaciones por libre, disparando en todas direcciones y sobre todo a la propia cabeza. Actuar con templanza y con mesura es propio de los buenos líderes y no "hacer mudanza en tiempos de turbulencia" es clave.

Vociferar y disparar en todas direcciones, o lo que es peor, no mantener la formación y el espíritu de equipo es derrota segura. Esto hay que resolverlo como lo sabemos hacer los gallegos: hablando poco, pensando mucho y actuando con resolución en el momento oportuno, como lo hacen Rajoy y Feijoo. Pero también habrá que preguntar a los votantes del PP que se quedaron en casa si les gusta más la situación actual que la anterior: si les gusta más sin duda habrán acertado porque en democracia los votantes mandan, pero si no les gusta habrá que reflexionar en la próxima cita electoral

*Senador por Galicia del Partido Popular

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