Las cinco del Nagari

No había ido a la inauguración por evitar besos, abrazos y aversi quedamosundíadeestos, pero anteayer su cálida directora, Ana Esperón, me hizo de magnífica guía. Hablo del hotel Nagari sito en la Alameda viguesa, cuyas intimidades decoradas por Fira Domínguez y María Otero se me desvelaron, con la miel en los labios: desde las habitaciones loft premium a las gran suite, desde el Spa de salud al de belleza, desde el lounge-bar Manhattan hasta el restaurante con terraza Alameda XXI. Ya tenemos en el corazón vegetal de Vigo un cinco estrellas que tiene a su frente el verdor oxigenante de la Alameda y a su espalda, con vistas, el frescor azulado de la ría; y bueno es decir que la ciudad puede sentir orgullo de este hotel pensado para un tipo de público con poder adquisitivo, es cierto, pero abierto en sus servicios de restauración y Spa a todos los vigueses, sin olvidar esa hermosa piscina climatizada (con barra) sita en la terraza en la que parece entrar la ría a bocanadas. Con Ana y Matilde “Binomio” comimos en el restaurante (Bernardo Esperante en la cocina y Gustavo Fragueiro “Ébano” como metre de última incorporación) un sashimi de atún rojo, tempura de langostinos y merluza a la gallega. Irreprochable y sabroso. Es un hotel boutique, con encanto pero urbano, de servicios personalizados. Bueno para que Vigo redondee su oferta hostelera por lo alto.

Colegas on the road

Ayer tarde dieron comienzo con invitado tan señero como el ex ministro César Antonio Molina, pero hoy y mañana estáis a tiempo de asistir a lo que de ellas os interese. Me refiero a las Xornadas de Comunicación e Turismo que, bajo el título “A literatura como camiñar”, organiza en Vigo, en la Fundación Caixa Galicia (P. Sanz, 21) el Colexio de Periodistas de Galicia. Hoy, a las 5 hablará el periodista Eduardo Rolland sobre “La imagen de Galicia a través de las guías turísticas” y luego, mesa redonda sobre la evolución del Xacobeo en los medios de comunicación, con varios periodistas. Y el domingo por la mañana, más.

Un adiós a Jaime

Lo conocí en una cena en el inmenso hotel Los Abetos que tiene su familia en Santiago, con sus hermanos mayores Serafín, Agustín, José y Ricardo. La última cena que compartimos fue en el Soriano, donde dejó clara otra vez esa jovialidad y alegría de vivir que le caracterizaba. Hablo de Jaime Hermida Álvarez, de una familia de luchadores y emprendedores allá y acá, con moteles y hoteles tanto en México como en Galicia y Vigo. Se nos fue para siempre, pero dejó grandes recuerdos.